Donostia. Xabier Azkargorta vuelve a casa y ayer se le vio especialmente ilusionado con el partido que su Bolivia disputará hoy ante la Euskal Selekzioa de su buen amigo Mikel Etxarri.

A pesar del ambiente festivo, de su amistad con el seleccionador rival, y de ser su segunda participación en una noche como esta, el técnico no quiere relajación en el ambiente. "Siempre he dicho que no existen los partidos amistosos. Existen partidos oficiales y no oficiales, pero la intensidad siempre está presente. Espero dos equipos realizando un gran encuentro, con mucho ritmo y queriendo lograr la victoria", comentaba.

Azkargorta lidera una selección que ha vuelto a confiar en el milagro de lograr la clasificación al Mundial. A pesar de que no todas las estrellas bolivianas estarán hoy en Anoeta, el técnico guipuzcoano no cree que el equipo sudamericano pierda competitividad. "En los dos últimos partidos oficiales estuvieron la mayoría de ellos. Es un combinado muy competitivo a pesar de faltar hombres muy importantes", recordó.

La baja más significativa es la de Martins, pero el goleador Saucedo seguro que hace que los aficionados bolivianos disfruten. Por lo menos, la propuesta del profesor, como le llaman al técnico en el país sudamericano, es atractiva. "Venimos a ganar, pero ganar no es un solo objetivo. Ganar es consecuencia de un buen trabajo que has realizado. Ganar circunstancialmente es pasajero y a la larga se acaba", teorizó.

El profesor ya disputó un encuentro ante la Euskal Selekzioa en 1993, aunque prefirió no realizar comparaciones. "Era totalmente diferente. Nosotros veníamos ya clasificados para la fase final de la Copa de Mundo. Estábamos en el mismo grupo que España, y aquella Euskal Selekzioa estaba repleta de jugadores de la selección de Clemente. Hubo más expectación, claro", comentó.

Azkargorta se ha convertido un ídolo de masas en Bolivia, e incluso reconoció que se entrevistó con Evo Morales para realizar un proyecto en el fútbol boliviano. Luego llegó la llamada para hacerse cargo del combinado nacional, que "no pude rechazar". El optimismo del país ha crecido, el objetivo de clasificación está más cercano y el cariño se ve reflejado en cómo miran sus ayudante al técnico. Incluso ayer en la sala de prensa de Anoeta, los bolivianos residentes en San Sebastián quisieron homenajear la labor del profesor, y le entregaron una placa como agradecimiento a su labor al frente de La verde. Un técnico que intentará vencer con su selección a su otro combinado.