BLANCOS DE RUEDA Renfroe (13), Tripkovic (10), O'Leary (9), Martín (9), Hunter (20) -cinco inicial-, Cizauskas, Grimau (10), Sinanovic (2) y Mohammed.
HERBALIFE GRAN CANARIA Bellas (6), Toolson (18), Newley (13), Nelson (6), Slokar (2) -cinco inicial-, Rey (10), Scheyer (7), Báez (18), Beirán (4) y Guerra.
Parciales 18-23, 15-13, 22-28, 18-20.
Árbitros García González, Peruga y Planells. Eliminaron a Tripkovic.
Pabellón Pisuerga. 4.100 espectadores.
valadolid. El Gran Canaria, con Eulis Báez como referente fundamental -sumó 31 puntos de valoración, haciendo un partido prácticamente perfecto- sumó un nuevo triunfo ante un Blancos de Rueda que cometió demasiados errores y que no pudo frenar el ritmo impuesto por el rival, mucho más seguro.
El cuadro insular salió a la cancha dispuesto a controlar el ritmo de juego y el marcador desde el inicio, lo que consiguió en primera instancia merced a una intensa defensa y al acierto ofensivo de jugadores como Toolson, que se mostró muy efectivo, llevando a su equipo a obtener una renta de ocho puntos (10-18).
El técnico vallisoletano Roberto González intentó frenar ese empuje visitante, pero Toolson se encontraba en estado de gracia y la renta de los canarios siguió ampliándose hasta los diez puntos (13-23), que se quedaría en cinco (18-23), gracias a la aparición de un acertado Grimau.
Aunque los vallisoletanos buscaron nuevas soluciones para cortar las alas a los insulares y consiguieron dar la vuelta al resultado (26-25), el Gran Canaria supo reaccionar y, con Báez como baluarte ofensivo, y gracias a una mayor presión defensiva, recuperaron el control en el electrónico pocos minutos después (29-33).
Hunter y Báez lucharon sin cuartel por dominar la pintura y, de hecho, ambos fueron los jugadores más determinantes de sus respectivos equipos, lo que equilibró más el juego, merced también a una mejora defensiva local, que dejó el resultado en 33-36 antes del descanso.
Tras la reanudación, los locales intentaron desplegar todas sus armas, pero el Gran Canaria no cedió y, de nuevo con Báez fue ampliando la renta hasta llegar de nuevo a los diez puntos (48-58), que trajo consigo otro tiempo muerto de González, en busca de una mayor organización colectiva.
Ese parón trajo consigo una ligera mejoría defensiva, si bien el control del juego, y del marcador, seguía siendo para los canarios, que mantuvieron una ventaja de nueve puntos al final del tercer cuarto (55-64). En los últimos minutos, el conjunto de Pedro Martínez no perdonó ni un sólo error local y mostró una seguridad y un control de juego que les permitiría imponerse.