Vitoria. EL 2012, ahora que finaliza, es un año que Julen Aginagalde tardará en olvidar. Tras varias temporadas rindiendo al máximo nivel, ha sido en esta campaña cuando el irundarra ha visto recompensado su trabajo en forma de galardones. Sin buscarlos pero agradeciéndolos, los premios han provocado que Aginagalde suba el escalón que le quedaba para encontrarse cara a cara con los mejores del balonmano. Su nombre copa ya las listas de los más destacados, pero el pivote guipuzcoano tan solo acierta a sonreír tímidamente cuando recibe felicitaciones por tanta condecoración. No es de extrañar que el jugador del Atlético de Madrid figure en la terna de cinco aspirantes al título de mejor jugador del mundo, tal y como anunció la Federación Internacional de Balonmano.
Mejor pivote y mejor jugador de la Liga Asobal (2011-12) e integrar el siete ideal de los Juegos Olímpicos de Londres son las distinciones que Aginagalde ha sumado este año a nivel personal. Pero es que en equipo tampoco se queda atrás. Un subcampeonato de Liga y otro de Champions con el Atlético de Madrid, además de un cuarto puesto en el Europeo de Serbia con la selección estatal lo certifican. Una gran cantidad de honores que hacen del jugador irundarra uno de los mejores pivotes del momento. Y, aún así, él mismo se sigue extrañando de su éxito: "No me esperaba ser candidato a mejor jugador del mundo, es que ni siquiera sabía que se habían escogido a los aspirantes. La verdad es que me ha sorprendido agradablemente encontrarme entre ellos", reconoce.
A sus 29 años, Aginagalde admite estar en el mejor momento de su carrera, pero aún así no abandona su personalidad humilde y se coloca un nivel por debajo de los demás pretendientes al cetro mundial. El checo Filip Jícha, elegido mejor jugador en 2010, y el danés Mikkel Hansen, que besó el trofeo el año pasado, son los principales favoritos para reeditar el título según el jugador irundarra. Aunque el pivote también destaca la presencia de los otros dos candidatos: el sueco Kim Andersson, plata en los pasados Juegos Olímpicos, y el francés Daniel Narcisse, que en Londres se colgó al cuello la medalla de oro. Así, Aginagalde ve "muy difícil" convertirse en el mejor jugador de esta temporada: "Va a ser complicado que gane. Los demás son jugadores que ya han triunfado otros años y siempre están ahí arriba. Encontrarme entre ellos es un honor, pero no creo que tenga posibilidades porque el resto de nominados están a otro nivel", confiesa.
A pesar de su escaso optimismo, lo cierto es que Aginagalde reconoce que 2012 ha sido "un buen año de trabajo en todos los aspectos": "Hemos peleado por todos los títulos e intentamos estar siempre en la pomada, lo más arriba posible. Ahora solo queda mantenerse, porque lo difícil no es llegar, sino continuar en lo más alto. Ese es el trabajo que me queda por hacer", admite.
El pivote irundarra es de los que piensan que mejorar no es una opción, sino un deber, y en un examen de autocrítica, reconoce cuál es el punto flaco de su juego: "la recuperación". "Este año no he hecho casi labores defensivas, mi trabajo estaba más destinado al ataque, porque la planificación de la plantilla ha sido más completa. Pero como siempre hay margen para la superación y quiero ser un jugador completo, sé que tengo que mejorar la recuperación", explica.
Único pivote Cabe destacar que Julen Aginagalde es el único pivote que ha logrado entrar en la terna de los cinco candidatos a mejor jugador del mundo. El resto de pretendientes al trono desempeñan sus labores desde la primera línea, bien como laterales -como es el caso de Jícha, Andersson y Hansen-, o bien como centrales, como Narcisse que, sin embargo, también ha mantenido un buen nivel en el lateral izquierdo. "Es un dato curioso, pero en el balonmano siempre se hace un juego más vistoso desde la primera línea. Jugando de pivote estás más sujeto a las exigencias y la estrategia de tu equipo, en cambio si eres lateral puedes lucirte individualmente", explica el irundarra. Quizá por eso, Aginagalde no duda en reseñar que "esta nominación se la debo a mis equipos, tanto del Atlético como de la selección, porque como pivote para marcar goles o provocar faltas es necesario que te lleguen balones. Y para eso, obviamente, el equipo es fundamental", concluye. De esta forma, el jugador guipuzcoano reconoce que su arma más mortífera, aquella que deja moribundo a sus rivales, es su "facilidad para coger la posición y fijar a la defensa".
27 de enero El nombre del ganador se conocerá el 27 de enero, justo antes del inicio de la final del Campeonato del Mundo que se celebrará en el palau Sant Jordi, y saldrá de lo votos emitidos tanto por aficionados como por periodistas a través de la página web de la IHF. Así, habrá que esperar más de mes y medio para saber si Julen Aginagalde se convierte en el mejor jugador del mundo o, por el contrario, el distintivo ensalza a Filip Jícha, Kim Andersson, Daniel Narcisse o Mikkel Hansen, los únicos que pueden robarle al irundarra la guinda a su año para el recuerdo.
"Es un honor estar entre los candidatos, pero no creo que tenga posibilidades de ganar", admite Aginagalde
Julen Aginagalde fue escogido mejor jugador de la Liga Asobal la pasada temporada. Foto: dna