Vitoria. A Maider Unda todavía la queda mucha cuerda. La luchadora alavesa, una pionera en su deporte, se ha replanteado su decisión de abandonar el deporte profesional. Tal y como confirmó ayer, continuará sobre el tartán, como poco, hasta los 39 años, ya que ha tomado la determinación de prepararse en condiciones para volver a pelear por las medallas en la próxima cita olímpica. El bronce obtenido en los Juegos de Londres la ha empujado a reconsiderar una decisión que descansaba entre otras razones en su deseo de estrenarse más pronto que tarde como madre. Tras muchos años de sorda pelea y segundos planos, ha empezado ahora a paladear el éxito. Y confiesa que quiere más.
Su futuro sigue un camino muy claro: aspira a volver a colgarse algún metal en el cuello en los Juegos de Río de Janeiro, en el verano de 2016. No le preocuopan las fechas que refleja su carnet de identidad. Es algo muy relativo cuando se dispone, como es su caso, de la ilusión renovada que le han proporcionado las numerosas felicitaciones y reconocimientos que ha recibido tras su excelente actuación en Londres.
No fue siempre así. Unda, icono de la lucha en España -fue la única representante estatal en Londres-, ha soportado mucho anonimato. A veces, unas pulgadas, un movimiento erróneo, puede cambiarlo todo. Puede significar una medalla que redirija los focos. Unda, que poco antes de acudir a los Juegos británicos había cumplido 35 años, aspira a participar en su tercera cita olímpica. En Beijing, en 2008, le faltaron esas pulgadas, porque fue quinta, y los reconocimientos posteriores, que han sido fundamentales en su decisión.
"Lo primero sería participar en el Campeonato de España, y luego en el Europeo, aunque también me gustaría competir en los Juegos del Mediterráneo", aventuraba ayer ya Maider, que tiene también muy claro que para poder acceder a los Juegos de Río antes tendrá que obtener una plaza, algo que no se regala y por lo que deberá pelear.
"Río de Janeiro me pillará con 39, así que no sería nada fácil, pero tampoco imposible. Habrá que cuidarse más, pero la gente que trabaja a mi alrededor me motiva muchísimo, y además, cuando ya has conseguido algo que creías imposible, como el podio en Londres, parece como que cualquier objetivo es factible", aseveraba la luchadora de Olaeta, que tendrá que compaginar unos años más su doble condición de artesana de quesos y luchadora. El deporte lo agradecerá.