Praga. David Ferrer y Tomas Berdych cumplieron con su condición de números uno de sus respectivos equipos y sumaron un punto cada uno que mantiene la final número cien de la Copa Davis entre España y la República Checa con igualdad en el marcador y con el decisivo encuentro de dobles para hoy.

Ferrer, el pitbull particular de Radek Stepanek, se impuso al jugador de Karvina por 6-3, 6-4 y 6-4, mientras que Berdych hizo lo propio con Nicolás Almagro, por 6-3, 3-6, 6-3, 6-7 (5) y 6-3. Hoy (14.00 horas) será la hora de Marc López y Marc Granollers, los recientes campeones del Masters de Londres, contra la pareja que finalmente decida el capitán checo, Jaroslav Navratil. En principio la designada fue Ivo Minar-Lukas Rosol, pero es más que seguro que sean Stepanek y Berdych, los que salten a la pista, aunque éste último tendrá pocas horas para recuperarse después del gran esfuerzo realizado ante Nico de prácticamente cuatro horas.

David Ferrer aseguró el primer punto, mostrando una gran solidez ante cerca de ocho mil enardecidos espectadores, y con la presencia del presidente del Gobierno checo, Vaclav Klaus en la tribuna, Ferrer se impuso en dos horas y 58 minutos a Stepanek, en una clara constatación de que actualmente es el gran líder del conjunto que capitanea Alex Correjta.

En su cuarta final de la Copa Davis, Ferrer, cinco del mundo, jugó como una máquina, como dijo después Stepanek, para sumar la séptima victoria ante el checo en diez duelos, la segunda este año después de la lograda en Madrid sobre tierra.

En una superficie, en teoría más asequible al juego del veterano jugador checo, Ferrer impuso su seguridad ante la calidad de los golpes de Stepanek. Radek, con un paupérrimo porcentaje del 55% de primeros saques, y seis dobles faltas, no pudo defenderlo con garantías, y concedió la escalofriante cifra de 25 puntos de rotura, para cederlo en cinco ocasiones.

Luego Berdych manejó un partido muy a su gusto. Se impuso a Almagro por novena vez en doce encuentros, y la quinta este año en tres horas y 58 minutos. Almagro, que presentó una gran batalla, no había perdido ninguno de sus cinco partidos de Copa Davis disputados este año.