parís. El Tour de Francia desvela hoy el recorrido de su centésima edición, un mapa que los organizadores han querido que sea particularmente espectacular y que deberá hacer olvidar la mácula del caso Armstrong, cuya sombra planeará sobre la ceremonia de presentación del recorrido. De poco servirá que los ganadores de las últimas ediciones, incluidos Bradley Wiggins o Alberto Contador, formen parte de los invitados. También estarán, entre otros, Andy Schleck, Cadel Evans y Joaquim Rodríguez.
El director del Tour, Christian Prudhomme, había prometido un recorrido excepcional para el centésimo Tour, una carrera nacida en 1903 pero que no se disputó en once ocasiones, durante las dos Guerras Mundiales. Pero el estallido del caso Armstrong le obliga a sorprender todavía más para que el texano no fagocite toda la atención.
Por ello, según las filtraciones, el Tour ha previsto un recorrido plagado de guiños a su historia, con numerosos pasos por enclaves turísticos y con un doble ascenso al Alpe d'Huez en la recta final de la carrera. Por primera vez en su historia, el Tour comenzará, el 29 de junio, en la isla de Córcega, único departamento francés que no había visitado, y que será el escenario de las tres primeras etapas, la inaugural con inicio en Porto Vechio y con un final previsto para los esprínters. La isla tendrá terreno para todos los gustos, pero nada más que el pelotón aterrice en el continente le espera una crono por equipos en Niza.
Posteriormente tomarán rumbo al oeste, con paradas en Marsella y en Montpellier, citas típicas de la carrera, antes de afrontar los Pirineos, que en esta edición tendrán un peso secundario. Aunque no faltarán citas importantes como el ascenso a la estación de Ax-3 Domaines o una etapa dura con final en Bagnères-de-Bigorre.
La primera jornada de reposo servirá para trasladar al pelotón hasta el noroeste del país, con destino en Nantes, antesala de varios días entre Bretaña y Normandía, escenario de una crono individual que tendrá como final Mont Saint-Michel. Posteriormente, el pelotón pondrá rumbo al sur, con pasos por Tours o Lyon, camino de unos Alpes que, en la última semana, serán el plato fuerte de la edición.
El ascenso al Mont-Ventoux antes de la segunda jornada de reposo será el último aperitivo para el paso alpino, que comenzará con una contrarreloj en Embrun y finales en el Grand Bornand y en el lago de Annecy. El gran final, el 21 de julio, ya con la general perfilada, tendrá como escenario París en una etapa en línea prevista para los llegadores que comenzará en el castillo de Versalles y que será nocturna, una novedad que pretende dar brillo al tradicional paseo del ganador por los Campos Elíseos.