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Julen Retegi se pone el mono de trabajo en Tolosa

El delantero de Eratsun, recompuesto tras un mal inicio, tumbó a Saralegi en un duelo duro

Julen Retegi se pone el mono de trabajo en TolosaFoto: Ruben Plaza

Duración: 55:26 minutos de juego.

Saques: 4 de Retegi Bi.

Faltas de saque: 1 de Saralegi.

Pelotazos: 295 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 8 de Saralegi y 12 de Retegi Bi.

Errores: 5 de Saralegi y 4 de Retegi Bi.

Pasa: 1 de Retegi Bi.

Botilleros: Anizeto Lazkano acompañó desde la silla a Ekaitz Saralegi; Julián Retegi hizo lo propio con su hijo Julen.

Marcador: 4-0, 4-1, 5-1, 5-3, 10-3, 10-4, 11-4, 11-7, 12-7, 12-14, 13-14 y 14-22.

Apuestas: A la par con ligera tendencia para Julen Retegi.

Incidencias: 450 espectadores en el Beotibar de Tolosa, una buena entrada, para ver la última eliminatoria de octavos de final del Cuatro y Medio de Primera.

bilbao. Resucitó ayer Julen Retegi cuando ya estaba noqueado, cuando apenas quedaban centímetros de distancia entre Ekaitz Saralegi y la liguilla de cuartos de final, cuando el marcador condenaba al delantero de Eratsun a una derrota monumental. Porque el manista de Amezketa tenía a Julen a su merced y el 11-4 marcaba un devenir doloroso para el peleón pelotari navarro. Quizás fue el papel de favorito concedido por la cátedra o el primer partido, siempre traicionero, lo que afectó Retegi Bi, pero Saralegi le tomó la medida en un inicio demoledor con la izquierda, maniatando en la pared, abriendo y rematando como los ángeles. El amezketarra mostró una versión de estilista, de arquitecto de lo divino, siempre con su pelota, que resbalaba más por el suelo y ponía en situación muy incómoda a su contrincante, evitando que disfrutara con el peloteo y marcando una lucha cuerpo a cuerpo, enredando, en la que Ekaitz está muy seguro.

Pero Julen resucitó. El de Eratsun cuando pintaban bastos se sacudió la presión y tomó el saque Julen tras un fallo de Saralegi. Retegi, entonces, se puso el mono de trabajo, sacó una de sus pelotas y empezó a mandar. Su material, de mayor salida, le dio aire a la hora de pelotear y el guipuzcoano sufrió cuando Retegi le sacó de su zona de mayor influencia, entre el cuadro dos y el tres. Julen se puso serio, jugando mucho en la pared. Esencia clasicómana que destila el aura del de Aspe. Y el puntillero de Asegarce cayó en la trampa. Sin aire con el que mandar, el amezketarra se quedó sin opciones de continuar con la sangría con la que había empezado; además, cada vez que sacaba su pelota no aprovechaba la oportunidad para adelantarse. Al final, fruto de la desesperación -Retegi le endosó un dolorosísimo 2-18-, Ekaitz cerró el envite con un dos paredes que ni siquiera alcanzó el frontis.