REAL MADRID Casillas; Essien, Varane, Pepe, Sergio Ramos; Xabi Alonso, Modric, Özil (Callejón, m.73); Kaká (Di María, m.46), Cristiano Ronaldo e Higuaín (Benzema, m.84).

CELTA Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Túñez, Roberto Lago; Borja Oubiña, Alex López; Augusto Fernández (De Lucas, m.77), Bustos (Mario Bermejo, m.52), Krohn-Dehli; e Iago Aspas (Park, m.58).

Goles 0-1, min. 09: Manucho. 1-1, min. 36: Isco. 2-1, M.87: Joaquín.

Árbitro Clos Gómez (Comité Aragonés). Amonestó a Xabi Alonso (54), Casillas (69) y Ramos (76) por el Real Madrid; y a Cabral (66) y Roberto lago (78) por el Celta.

Estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 74.815 espectadores.

Madrid. El Real Madrid superó una plaga de bajas por el virus FIFA con un triunfo plácido pero sin alardes ante el Celta de Vigo, que sigue sin puntuar lejos de Balaídos y cayó derrotado 2-0 por los goles de Gonzalo Higuaín y Cristiano Ronaldo.

Era la ocasión perfecta para la presencia de un canterano en el lateral izquierdo del Real Madrid. Los tres jugadores de la primera plantilla que pueden jugar en esa demarcación -Marcelo, Coentrao y Arbeloa- cayeron lesionados. Mourinho volvió a cerrar la puerta a los que vienen de abajo. No confía en ellos. No los ve preparados. Optó por un experimento que le salió bien.

Michael Essien jugó de lateral izquierdo. Lo curioso es que brilló y fue eficaz. La plaga de bajas defensivas obligó a Sergio Ramos a repetir en el lateral derecho. El Celta no exigió a la defensa blanca. Solo Iago Aspas inquietó. Incansable en una lucha en solitario para ser el único que probó a Iker Casillas.

El balón fue del Real Madrid. Mourinho juntó a los futbolistas de más calidad de su plantilla. Dejó a Xabi Alonso solo al mando por la lesión de Khedira, y rodeó al tolosarra de Modric, Özil y Kaká. La buena circulación estaba asegurada aunque se rebajó la verticalidad del fútbol de vértigo que gusta en el Santiago Bernabéu.

Buscó el gol el Real Madrid desde el inicio y llegó a los once minutos en la jugada más inesperada. Higuaín cayó a la banda izquierda en una acción que concluyó con un centro con la zurda que se envenenó hasta acabar en la escuadra de Sergio. El portero reaccionó tarde.

La valentía del Celta no se vio en el Bernabéu. Su habitual atrevimiento no se soltó en uno de esos días en los que hay poco que perder. La apuesta por el fútbol de Mourinho daba una posesión abrumadora al Real Madrid. Kaká, jugador de espacios, desentonaba en ataques estáticos. No encontró puerta con disparos desde la frontal y la más clara la estrelló en el travesaño.

Modric disfruta en el Bernabéu. Se asocia con todos. Brillantez en la visión y efectivo en la construcción. En un primer acto de pocas ocasiones, Casillas sacó una mano abajo a Aspas salvadora. Cristiano se desesperaba pidiendo penalti a un centro que reclamó dio en la mano de Roberto Lago.

Pudo permitirse una siesta en pleno partido el Real Madrid. Fue en la reanudación. Y eso que Mourinho retiró a Kaká y quiso abrir el campo con la presencia de Di María. El Celta no lo aprovechó. Ni en los minutos de valentía de Paco Herrera cuando por minutos apostó por juntar a Iago Aspas y Mario Bermejo.

Tampoco los tuvo el Real Madrid hasta unos minutos de arreón a la hora de partido. Essien se animó incluso a asomar en ataque en su gran partido. Puso un centro medido a la cabeza de Cristiano que volvió a cabecear fuera. Un minuto después tardaba en asistir a Higuaín, solo para empujar a gol, y se desquitó con el gol que sentenciaba el duelo.

Özi irrumpió con fuerza en el área rival y Cabral le derribó tras perder la posición. Cristiano marcó de penalti y el partido concluyó. Callejón desperdició dos ocasiones para hacer más holgada la victoria y Casillas acabó realizado dos paradas de mérito que le suben la autoestima en el tercer partido liguero que deja su portería a cero.