Vitoria. La moneda del triatletismo alavés cayó ayer por ambas caras. La quimera física se hizo real en el desempeño de Eneko Llanos y Pedro Oviedo. El primero volvió a toparse con la maldición que parece perseguirle en Kona, doned solo una vez ha sido podio. El segundo, campeón del Mundo de triatlón de larga distancia y dominador de la disciplina en su tramo de edad, saboreó las mieles del triunfo en la durísima prueba de Ironman celebrada en Hawai.
El campeonato del mundo de la prueba que se celebra en Kailua-Kona y que forja en hierro a sus vencedores, señaló a Peter Jacobs como titán indiscutible de este 2012. El deportista australiano empleó 8 horas 18 minutos 37 segundos en cubrir la totalidad de la prueba. Cinco minutos menos que el alemán Andreas Raelert que sacó, a su vez, treinta segundos al belga Frederick Van Lierde.
Llanos, que partía con posibilidades de subir al podio, acabó retirándose en el kilómetro quince de la prueba de atletismo tras sufrir dos pinchazos en el tramo en bicicleta y encajar un golpe de un puesto de avituallamiento que salió volcado merced al fuerte viento que presidió la prueba por momentos.
Por su parte Pedro Oviedo demostró otra vez, tras su triunfo en la categoría que acoge a los deportistas de entre 55 y 59 años en el campeonato del mundo celebrado en Gasteiz en julio, su condición dominante haciéndose con el triunfo en este Ironman hawaiano.