barcelona. Como estaba anunciado desde días atrás, las gradas del Camp Nou se convirtieron en una gigantesa senyera gracias al mosaico organizado por el club que sirvió de apoyo para las reclamaciones de independencia planteadas por las formaciones políticas nacionalistas. De hecho, en el minuto 17 de ambos periodos los aficionados azulgranas se unieron para dar voz a esta solicitud.

Al margen de este asunto, en un clásico intenso en lo deportivo y lo ambiental el epicentro estuvo en un palco de autoridades donde la anécdota sucedió cuando el exjugador estadounidense de baloncesto Magic Johnson se unió durante unos minutos al presidente catalán, Artur Mas, y al del Real Madrid, Florentino Pérez.

A pocos metros, Vitor Borba, Rivaldo, condensaba las miradas a su alrededor. El que fuera el Messi del Barça en una época menos victoriosa, no se cansó de firmar autógrafos a pequeños aficionados que no habían ni siquiera nacido cuando el brasileño desplegaba su prodigioso fútbol sobre el césped del Camp Nou.

En el césped, mientras, dos monarcas de este deporte se encajaban las manos. El sorteo inicial del árbitro también unió a los dos últimos ganadores del Príncipe de Asturias del Deporte, Xavi Hernández e Iker Casillas, capitanes de Barça y Madrid, respectivamente.

Los políticos, mientras tanto, se repartieron en el palco y en la grada, en un estadio con más banderas catalanas e independentistas de lo habitual.