vitoria. Desde que Igor González de Galdeano asumiera como inevitable la contratación de corredores extranjeros para mantener la categoría World Tour, una exigencia de los patrocinadores, solo ha trascendido el nombre de un corredor como posible fichaje de Euskaltel-Euskadi, el del esloveno Jure Kocjan, con quien el mánager alavés reconoció durante la pasada Vuelta haber mantenido contactos para su incorporación. El interés por Kocjan, como por los demás extranjeros que romperían con su llegada la filosofía con la que se creó el Equipo Euskadi en 1994 y que pueden llegar a ser hasta siete, tiene que ver con los puntos que necesita Euskaltel para lograr permanecer entre los mejores equipos del mundo. Para el nuevo proyecto que se separa de la Fundación Euskadi ese objetivo, que implica tener asegurado el Tour y las carreras más importantes del calendario sin depender de una invitación, está por encima del de la filosofía. Fuera del World Tour, piensan, la supervivencia sería un asunto delicado. Lo es también la llegada de corredores extranjeros, un punto y aparte en la trayectoria del equipo. Otra cosa. Otra historia.
"Ya no será lo mismo", dice Amets Txurruka, que es una de las tres bajas de cara a la próxima temporada. Como él, no estarán en el equipo ni Iván Velasco ni Alan Pérez, mientras que Juanjo Oroz, Jorge Azanza, Pablo Urtasun, Pierre Cazaux y Mikel Astarloza no conocen aún su futuro y esperan la llamada de Galdeano. Tampoco saben si seguirán algunos de los auxiliares. Por su parte, Rubén Pérez, Miguel Mínguez y Gorka Verdugo ya han llegado a un principio de acuerdo. Y tienen firmada su continuidad once corredores: Samuel Sánchez, Igor Antón, Mikel Nieve, los hermanos Izagirre, Mikel Landa, Sicard, Egoi Martínez, Pello Bilbao, Ricardo García y Adrián Sáez de Arregi. Jon Aberasturi y Gari Bravo, ambos de 23 años, son las dos nuevas incorporaciones.