BILBAO. Corredor "muy completo", según ha explicado a EFE el mánager general del Euskaltel Euskadi, Miguel Madariaga, y que se defendía bien en todos los terrenos, Cabedo había avanzado sus posibilidades al ganar en 2010 en Eibar el prestigioso Memorial Balenciaga en aficionados y al terminar en muy buena condición este año el Giro de Italia, su primera gran vuelta por etapas.

El ciclista de Onda (Castellón) fue captado para la cantera de Euskaltel Euskadi en 2009 por el Seguros Bilbao debido a la "gran progresión" que se le adivinaba en juveniles, edad en la que corría en un equipo de su tierra.

Su triunfo en el Memorial Valenciaga y las maneras que le veían sus mentores le sirvieron para dar el salto al más importante de los filiales de la Fundación Euskadi, el Orbea Continental, en 2011.

En ese mismo año ganó escapado una etapa en la Vuelta a Asturias, concretamente la cuarta, un recorrido de 181 kilómetros entre las instalaciones de Cafés Toscaf en Peñaullán y la capital Oviedo.

"Si me dicen ayer o el año pasado que ganaría, no lo hubiera creído", decía, radiante de felicidad, tras su primera -y finalmente única- victoria como profesional. Un triunfo que labró a unos 20 kilómetros de meta con un fuerte ataque a sus compañeros de fuga.

El cuarto puesto en la Klasika Primavera de Amorebieta y un noveno en el Campeonato de España en ruta llevó a los responsables del equipo naranja a ascenderle ya al Euskaltel en 2012.

La muerte de Cabedo se ha sumado a la larga lista de fallecimientos de ciclistas profesionales en accidente: 55 corredores desde 1934.