Lisboa. La Liga portuguesa digiere las inesperadas y recientes ventas al Zenit de San Petesburgo de dos de sus estandartes, el brasileño Hulk, del Oporto, y el belga Axel Witsel, del Benfica, a cambio de unos 100 millones de euros. A pocas horas de que el mercado ruso cerrase sus inscripciones para la UEFA, el Zenit, rival del Málaga español en la Liga de Campeones, batió récords de desembolso en Portugal al pagar en un mismo día la cláusula de Witsel (40 millones de euros) y otros cerca de 60 por Hulk para contratarlos por cinco temporadas.
El pase del colombiano Falcao del Oporto al Atlético de Madrid en 2011 por 40 millones de euros era hasta ayer la contratación más cara del fútbol luso. Los dos traspasos fueron recibidos entre las aficiones y prensa con una mezcla de frustración, por perder a dos grandes futbolistas, y orgullo, al comprobar su exponencial revalorización.
Givanildo Vieira de Sousa, alias Hulk, era el estandarte de la Liga portuguesa, a la que abandonó convertido en una estrella mundial. Llegado al Oporto en 2008 procedente del fútbol japonés, el extremo zurdo nacido en Campina Grande hace 26 años conquistó primero el fútbol portugués y después del europeo gracias a su descomunal potencia y duro disparo.
Las cifras de su negocio con el Zenit generaron cierta disparidad en Portugal. El Oporto anunció al regulador financiero luso que percibía 40 millones de euros por el 85 por ciento del pase del futbolista, en el que había invertido unos 19 millones. Sin embargo, el representante del jugador explicó que la operación asciende a los 60 millones incluyendo el 15 % de los derechos económicos de un fondo de inversión (nueve millones), seis millones de comisión, unos tres millones por derechos de formación y otros dos millones de deudas al propio Hulk por primas. El internacional brasileño tenía la cláusula de rescisión más alta del fútbol luso (100 millones) y contrato hasta 2016
El Zenit, patrocinado por el gigante energético Gazprom, asestó en la misma tarde otro golpe futbolístico al gran rival del Oporto, el Benfica de Lisboa, rival del Barcelona en la Liga de Campeones. El belga Axel Witsel, de 23 años, ya estaba en la órbita del fútbol ruso, especialmente en la del Anzhi. Sin embargo, el presidente de los lisboetas, Luis Filipe Vieira, era inflexible sobre el traspaso de una de las joyas de la corona. O cláusula o nada. Y fue cláusula. Los rusos desembolsaron los 40 millones para liberar al internacional por Bélgica, que negoció el contrato desde su país, donde estaba concentrado con la selección. Contratado el pasado año por unos ocho millones de euros del Standard de Lieja, Witsel es un fuerte y técnico centrocampista ideal para las transiciones de defensa a ataque por su calidad de pase y visión de juego. Junto al español Javi García, recientemente traspasado al Manchester City a cambio de 20 millones de euros, el belga era el sustento del centro del campo de los encarnados.