La estadounidense Brittney Reese, dos veces campeona mundial de longitud, consiguió el título olímpico con un salto de 7,12 metros que le dio una ventaja de cinco centímetros sobre la rusa Elena Sokolova, hasta hoy sin medallas en grandes campeonatos. Exjugadora de baloncesto, Reese es la segunda atleta estadounidense que gana un título olímpico en esta prueba. Antes que ella sólo lo había conseguido Jackie Joyner-Kersee, en Seúl'88.