Londres. La selección española femenina dio un paso casi definitivo en su camino hacia los cuartos de final tras imponerse ayer por 25-24 a Suecia, en un encuentro en el que mostró en los minutos finales el oficio necesario para soñar con cualquier meta en estos Juegos.

Tal y como había ocurrido en las últimas ocasiones en las que se han enfrentado ambos equipos, al conjunto español le costó horrores superar a la rocosísima defensa 6-0 con la que acostumbra a jugar la selección sueca.

Sin apenas capacidad de lanzamiento exterior, uno de los puntos débiles del equipo español, las de Dueñas se vieron limitadas en ataque a los intentos de penetración de Macarena Aguilar y Marta Mangué, que se estrellaron una y otra vez ante las fornidas nórdicas.

Una circunstancia que no tardó en propiciar el despegue en el marcador de Suecia, que no desaprovechó las cada vez más errores del conjunto español para exhibir su demoledor juego de transición, que puso a los nueve minutos un inquietante 2-5 adverso en el tanteador para las españolas.

La diferencia encendió todas las alarmas en el banquillo de la selección española, donde Dueñas no tardó ni un segundo en pedir un tiempo muerto con el que tratar de reconducir el mal inicio de partido. Parón que no pudo sentar mejor al equipo español, que volvió a apelar a su mejor arma en estos Juegos, una agresiva defensa respaldada por un sensacional portería, que permitió a España dar la vuelta al marcador.

Con la defensa y portería a pleno rendimiento, la selección española no sólo logró correr el contragolpe, sino que adquirió la confianza necesaria para dotar a su ataque de la serenidad de la que había carecido hasta entonces. De este modo, lo que antes había parecido una barrera infranqueable, comenzó a mostrarse plena de resquicios, que las Aguilar, Barnó o Nely Carla Alberto no desperdiciaron para colocar a España con un esperanzador 10-6 en el marcador, tras un demoledor parcial de 8-1 en trece minutos.

Una renta, que se vio reducida a la mínima (11-10) al llegar al descanso, tras una inoportuna exclusión de Marta Mangué, que sirvió a las nórdicas para aferrarse a un duelo, en el que sólo les valía la victoria si querían seguir vivas en la competición. Delantera en el marcador que España perdió (13-15) en el arranque de la segunda mitad, tras otra nueva exclusión de Mangué, la única capaz en el cuadro español de superar a una defensa sueca cada vez más y más pétrea.

Pero ni Marta Mangué, ni mucho menos Silvia Navarro estaban dispuestos a que todo el esfuerzo desplegado por el equipo español en la primera parte fuera en balde, propiciando con sus goles y paradas el empate (20-20) con el que se entró en el tramo final del encuentro.

Diez últimos minutos en los que surgió en ayuda de la pareja Navarro-Mangué, la central Macarena Aguilar, que con sus eléctricas penetraciones permitió a España adquirir una diferencia de dos tantos (23-21) que hacía soñar de nuevo a la selección española.

Un sueño del que no tardó en despertarle la exclusión de Eli Pinedo, que dejaba todo por decidir en los dos minutos finales, en los que España tiró de oficio, provocando una providencial falta en ataque del conjunto nórdico, que permitió a Macarena Aguilar sentenciar un triunfo (25-24) que deja a España a un centímetro de los cuartos de final.

Ronda que las pupilas de Jorge Dueñas podrían asegurarse ya esta misma noche si Noruega, la vigente campeona olímpica, mundial y continental, vence a Dinamarca.