Duración: 58 minutos de juego.

Saques: Ninguno.

Pelotazos: 381 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 16 de Berasaluze, 2 de Albisu y 4 de Martínez de Irujo.

Errores: 5 de Berasaluze, 5 de Albisu, 1 de Martínez de Irujo y 3 de Merino II.

Marcador: 2-1, 3-1, 3-2, 4-5, 5-10, 14-11, 15-11, 15-12, 16-13, 20-14 y 22-14.

Incidencias: Gran entrada en el frontón Labrit de Iruñea en un duelo encuadrado en la segunda jornada del grupo B de la feria de San Fermín.

Pamplona. Pablo Berasaluze dio el martes toda una lección en el Labrit de Iruñea. Cuando el berriztarra tenía que agarrarse a un único clavo ardiendo -el de la victoria frente a los vigentes campeones Juan Martínez de Irujo y David Merino-, lo hizo, unido a un Jon Ander Albisu en una versión muy difícil de superar. Y es que el de Ataun fue un martillo pilón y un superclase: pegó con violencia, pero con sentido, arrimó y brilló con las dos manos. El guipuzcoano encontró alas una vez que el duelo cogía vuelo, dominando a un tótem de los cuadros largos como David Merino, y Pablo se coronaba como un puntillero genial: un creador, un fantasista, en un gran partido de los que crean verdadera afición. Porque el inicio dubitativo de los de Asegarce, que llegaban en el patíbulo del torneo al caer en su primer envite en la feria iruindarra ante Yves Xala y Aitor Zubieta, parecía sentenciarles, pero la gran reacción de casta y pundonor del berriztarra, sobre todo, y su guardaespaldas les deja una opción de entrar en la final de San Fermín.

Así las cosas, el principio no pudo ser más alentador para Berasaluze y Albisu. Con la vena caliente y el gatillo preparado, el manista Berriz empezó mandando. Un error de David y un saque-remate les colocaron por delante sin problemas, pero tan pronto alcanzaron los dos cartones de diferencia que, como ante Xala y Zubieta, los errores empezaron a condenarles. Albisu trataba de gozar toda pelota que corría cerca y sus adversarios le buscaban para forzar su juego, de pegador sí, pero al que también se le puede achacar que fuerza tanto la máquina que el punto de mira se resiente. Juan, entonces, se vino arriba y se gustó, como pocas veces durante el encuentro: entre errores colorados, saques-remates y golpes de gracia, la brecha de los de Asegarce se abrió hasta el 4-10, merced a la aseada actuación de Merino II.

Pero después, Albisu atinó y Pablo no perdonó ni un segundo más. En una oda a la belleza pelotazale en los cuadros alegres, a Berasaluze VIII le salió todo lo que intentaba, porque estuvo valiente, descarnado e imperial. E Irujo y Merino, barridos. Sin apenas acumular errores, los de Aspe fueron viendo reducida su distancia a cenizas con la conciencia de que Pablo les acechaba peligrosamente y eran presa fácil ante las dentelladas de magno calibre del de Berriz. Y terminaron 22-14 porque a Berasaluze VIII, entre tanta efervescencia rematadora, se le fueron cuatro pelotas salidas de su lámpara mágica.

Al ganar el martes Pablo y Albisu por 22-14 a Juan y Merino, estos necesitan el triunfo hoy sobre Xala-Zubieta y encajar menos de 13 tantos. Si el lapurtarra y el de Etxarri-Aranatz alcanzan más de 14 se meten en la batalla por la txapela. En caso de triple empate, el finalista se designará por sorteo.