Jorge Garbajosa, considerado el hermano mayor de la generación de oro del baloncesto español por haber nacido dos años antes que Juan Carlos Navarro, Pau Gasol y Felipe Reyes, ha decidido a sus 34 años "colgar las botas" dejando uno de los más brillantes palmarés de este deporte en España.

Garbajosa, que el 14 de junio de 2011 también había anunciado su adiós a la selección tras lucir en 166 ocasiones los colores nacionales, se incorporará a partir de ahora a la Federación Española de Baloncesto, donde ejercerá funciones relacionadas con la selección con motivo de los Juegos Olímpicos de Londres y también promocionará la Copa del Mundo 2014. Nacido el 19 de diciembre de 1977 en Torrejón de Ardoz, pero perfilado en la cantera del Baskonia (1995-2000), ha jugado también en Benetton Treviso (2000-2004), Unicaja Málaga (2004-2006), Toronto Raptors (2006-08), Khimki (2008-2009), Real Madrid (2009-2011) y de nuevo Unicaja (2011-2012).

Entre sus logros están,la Copa de Europa con el Baskonia (1995-96); una Liga ACB (Unicaja 2005-06); dos Copas del Rey (Baskonia 1998-99; Unicaja 2004-05); dos ligas italianas (Benetton 2001-02 y 02-03); y dos Copas de Italia (Benetton 2002-03; 03-04). Pero, sin duda, más realce le han dado sus logros con la selección: campeón del mundo (Japón, 2006), de Europa (Polonia, 2009), subcampeón olímpico (Pekín, 2008), subcampeón de Europa (España, 2007 y Suecia, 2003) y bronce europeo (Turquía, 2001). Son algunos de los triunfos obtenidos por un jugador irrepetible que sirvió de nexo entre dos generaciones y de catalizador de la generación de oro.

Aunque comenzó jugando de ala-pívot por sus 206 centímetros, su buena mano en el tiro exterior hizo que fuera ampliando su radio de acción más allá de la línea de tres puntos, convirtiéndose en el primer hombre alto español determinante en el tiro, lo que le hizo fundamental en Europa y le tendió un puente de plata hacia la NBA.

Según sus propias palabras, nunca fue un buen estudiante, aunque sí una persona muy inteligente. Con 16 años y tras militar en el Juventud Alcalá dio el salto al Baskonia. Allí acabó de pulir su juego brillante y comenzó a despuntar como jugador. Su etapa en los Raptor, donde se convirtió en un atípico rookie que rondaba la treintena, fue sólo un hito más en la historia de un jugador irrepetible.