Pamplona. El reciente campeón manomanista, Aimar Olaizola afirmó sentirse confiado tras alzarse con la txapela el pasado domingo, pero se mostró al mismo tiempo cauto respecto al Torneo de San Fermín: "Después de ganar una txapela así, estás con más confianza, a la hora de jugar se nota, pero cualquiera puede tener altibajos y ya veremos lo que pasa", afirmó ayer Aimar tras la presentación de la Feria, y confesó que no se fija en el número de txapelas, y que seguirá trabajando igual.
El de Goizueta explicó que el de San Fermín le parece un Torneo "bonito", pero antes tiene que disputar el cuatro y medio, para lo cual, ha dicho, "es necesario cambiar el chip".
"Éste es un Torneo muy abierto, con seis parejas muy fuertes y muy bien niveladas", confesó Aimar haciendo referencia al Parejas de San Fermín.
Lo mismo opinaba Augusto Ibález Sacristán, Titin III: "Se presenta un Torneo muy disputado, con parejas muy compensadas y creo que va a haber mucha competitividad, con partidos muy igualados a los que todos llegamos en un gran momento al ser la primera Feria", dijo el riojano.
Respecto a su pareja en la cancha, Abel Barriola, el caracolero afirmó sentirse "encantado": "Hace dos años llegamos a la final y no pudimos jugarla por una lesión de Abel y la verdad es que a mí me hace mucha ilusión poder jugar con él; vamos a tenerlo muy difícil, pero yo estoy muy contento de formar parte de este Torneo de San Fermín porque para mí cada vez está más complicado entrar en las parejas y sólo queda disputarlo como mejor se pueda.