Sevilla, 25 jun (EFE).- Alrededor de un millar de aficionados del Real Betis, así como del Sevilla FC, se ha dado cita delante del estadio Benito Villamarín para despedirse de manera espontánea de Miki Roqué, futbolista que será enterrado mañana en su localidad natal de Tremp (Lérida).

La entrada principal del recinto, que desde ayer se ha convertido en un muro en el que centenares de aficionados han querido dejar un mensaje de condolencia, ha sido el marco de una concentración en la que han primado la contrición y el silencio, sólo roto por episódicos aplausos cuando alguien coreaba el nombre del desaparecido futbolista.

Los empleados del Real Betis han desplegado, desde el balcón situado encima de la puerta de acceso a las instalaciones, una bandera en la que aparece un primer plano del futbolista y la silueta del escudo del club con un número 26, el dorsal de Miki Roqué, en su interior.

Aunque los principales dirigentes del Betis están en Tremp para visitar la capilla ardiente y asistir al sepelio de Roqué, han estado presentes en este sencillo acto técnicos del club como el serbio Vlada Stosic y Roberto Ríos, así como Alejandro Pozuelo y Álex Bernal, compañeros que fueron del jugador en el filial verdiblanco. EFE