La clasificación española no ha bastado para serenar las críticas que la selección de Del Bosque ha recibido tanto el día del debut como tras la victoria ante Croacia. El pesimismo que destilan los analistas y corresponsales que siguen a la campeona mundial, en ciertos sectores interesado, parece haber calado en el vestuario, algo que no ha gustado nada al seleccionador, quien ayer, jornada de reflexión y de resaca, no titubeó cuanto respondió a los críticos. "Somos la única selección cuyos jugadores no se han abrazado al final del partido tras meternos en cuartos", destacó, lanzando una especie de mensaje a sus futbolistas para que no se dejen contagiar por su entorno. "Parece que todas las selecciones han acabado la primera fase contentísimas. Y nosotros no sé si las expectativas son tan grandes que ya todo nos sabe a poco. Hemos pasado de pobres a ricos rápidamente y no sabemos valorar lo que tenemos", argumentó.
No son pocos los que han cuestionado el estilo de toque, más impreciso y lento que de costumbre, pero a juicio del técnico salmantino, de igual manera que afirmó hace poco Xavi, es algo innegociable. "Nos ha ido bien y no debemos dudar de él. Tener esa duda sería lo peor que hiciéramos, que los de dentro, los que tienen que jugar, o los que estamos por fuera levantáramos sospechas sobre lo que nos ha llevado a la posición donde estamos", recalcó. Tras ganar a Croacia, el entrenador repasó esa misma noche el vídeo del choque y apreció "muchas más cosas buenas de las que al parecer visteis vosotros. Todo el mundo estaba pesimista y tampoco hicimos las cosas tan mal. Es cierto que siempre hubo una amenaza al no tener mucha profundidad y no conseguir el gol, pero hicimos cosas bastante buenas".
Del Bosque advirtió de que España "no es imbatible. Nosotros podemos perder. Hace cuatro días todo eran elogios y una selección extraordinaria. Estamos en una época de extremismo, de lo malo o de lo bueno, de lo muy bueno o muy malo, y no hay término medio. Creo que fue un partido de término medio". Apreció un equipo, el suyo, "equilibrado defensivamente, en la conducción del juego, en la creación y en el mismo nivel de antes". "Tenemos que trasladar un optimismo a los jugadores. No este pesimismo que hemos pasado. Nos fuimos a la caseta como si no tuviera importancia estar en cuartos. Y sí la tiene. Hemos hecho una clasificación perfecta, seguimos en la misma línea de triunfos y el deporte y el fútbol nos pondrán en nuestro sitio. Vamos a ver si somos capaces de llegar a la final", recalcó.
Defendió además la labor del doble pivote, "porque mas allá de cómo se encuentran actualmente, Xabi Alonso y Busquets son dos centrocampistas completos, de los que hacen todo en beneficio del equipo. Son muy ofensivos y seguro que lo serían más si no tuvieran esa servidumbre hacia el equipo"; e igualmente alabó a un jugador como Arbeloa, "que ha tenido un "excelente rendimiento" esta temporada. Cuando se le preguntó, por enésima vez, por el delantero nato y la demanda de una parte de la afición de que entre en escena Llorente, estimó que "al final nosotros somos los que tomamos las decisiones. Ante Croacia el partido fue de más apuros para ellos que para nosotros con nueve y sin nueve".
iniesta, en la misma línea El mismo tono, entre amargado y dispuesto a la reconciliación, destiló Andrés Iniesta. "España no es una excepción de no sufrir. Se equivoca el que pensara que todos los partidos los teníamos que ganar por 3-0. Las críticas son respetables si son constructivas y no en caliente. Le diría a la gente que estuviese tranquila, que siga confiando en el equipo".