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inglaterra

ucrania

INGLATERRA Joe Hart, Johnson, Terry, Lescott, Cole, Milner (Walcott, m. 69), Gerrard, Parker, Young, Rooney (Oxlade-Chamberlain, m. 87) y Welbeck (Carroll, m.82).

UCRANIA Pyatov, Gusev, Rakitskiy, Khacheridi, Selin, Tymoschuk, Yarmolenko, Konoplyanka, Garmash (Nazarenko, m. 78), Milevsky (Butko, m. 77) y Devic (Shevchenko, m. 70).

Gol 1-0, m. 48: Rooney.

Árbitro Viktor Kassai (HUN). Amarillas a Tymoschuk, Rakitskiy y Shevchenko, de Ucrania, y a Gerrard y Cole, de Inglaterra.

Incidencias 48.700 espectadores en el Donbass Arena de Donetsk.

donetsk. La selección de Inglaterra se impuso 1-0 a Ucrania en el último partido del grupo D de la Eurocopa 2012, para certificar su presencia en los cuartos de final del torneo como primera de grupo tras la sorprendente derrota (2-0) que Francia recibió a manos de Suecia, de tal modo que los pross tendrán que medirse el domingo a Italia por un puesto en las semifinales.

El duelo se quedó huérfano del duelo de arietes, Andrei Shevchenko contra Wayne Rooney, que se esperaba, después de que el ucraniano, héroe nacional con sus dos goles en el encuentro ante Suecia, no pudiese participar de titular aquejado de un dolor punzante en la rodilla. El que sí acudió y resultó fiel a su cita con el gol fue el jugador del Manchester United, que con un gol solitario ayudó a sus compañeros a redondear una fase que tenían encarrilada con un empate ante Francia y un triunfo ante Suecia.

El ambiente de un animoso Donbass repleto de ucranianos amilanó al equipo de Roy Hodgson, que únicamente se limitaba a achicar agua de su área anegada de las ocasiones que generaban los hombres de Oleh Blokhin durante los primeros minutos de partido. Mientras, a Wayne Rooney no le lucía el pelo en su puesta de largo en la cita continental, pues actuaba a modo de islote perdido dentro del océano que le separaba de sus compañeros, que apenas atacaban.

Acorde a su estilo de balones verticales y empuje, Inglaterra comenzó a sacudirse el dominio ucranio. Entonces, los contraataques ucranianos se hicieron más peligrosos, haciendo esforzarse a Joe Hart. Paralelamente, los británicos comenzaron a generar jugadas de balón parado, donde la bota de Gerrard y el poderío aéreo británico se aliaban a la perfección para probar a Pyatov y para atenazar al estadio del Donetsk en una retahíla de saques de esquina y balones desde las bandas.

Las llegadas eran más anecdóticas que merecedoras de aparecer en los resúmenes del partido. Sin tiempo para más y sin goles, el encuentro llegó al tiempo de descanso con empate a cero. En la reanudación, cuando apenas habían vuelto a entrar en calor los futbolistas, Wayne Rooney remató a placer una pelota muerta en el segundo palo para adelantar a su selección. La jugada llegaba precedida de una carambola que no empañó el caracoleo que protagonizó Gerrard en la banda para desmarcarse de su par y servir el centro. El centrocampista del Liverpool demostró, un día más, que es el motor del combinado británico.

A la hora de partido, una buena combinación ofensiva del equipo de Oleh Blokhin se saldó con Devic driblando a un zaguero, disparando y estampando la pelota contra Joe Hart. El balón adquirió una parábola y pareció que iba a colarse entre los tres palos. Cuando los ucranianos prácticamente estaban celebrando el tanto, apareció Terry como una centella para despejar un balón cuya superficie y prolongación ya habían rebasado la línea de fondo. El quinto árbitro, situado al lado de la jugada, no lo vio así.

En los siguientes minutos, tras varias oportunidades desperdiciadas por los ingleses, fue el propio Devic el que dejó su sitio para el héroe nacional, Shevchenko, que podría estar ante sus últimos minutos en un torneo de selecciones. Si bien, el ingreso de Sheva no incidió sobre el resultado final (1-0), tras unos últimos compases donde la decisión de Ucrania, que tuvo alguna ocasión más, no resultó ante la empalizada dispuesta por Roy Hodgson, que en apenas un mes como seleccionador ha logrado clasificar a Inglaterra para los cuartos de final como primera de grupo, aunque sin excesivo brillo.