Madrid. La final de la Liga agotará los cinco capítulos que preveía el guión más emocionante. El Barcelona logró superar el mazazo recibido en el tercer partido y reponerse hasta dominar con relativa claridad el choque en el que el Real Madrid esperaba coronarse campeón. No será así, todavía no al menos. Xavi Pascual demostró que aún tiene algún conejo en la chistera y colapsó a su rival con la alternancia de defensas zonales. El arreón final de los blancos no fue suficiente para evitar, el sábado, el desempate definitivo. Foto: efe
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