Vitoria. ¿Qué ocurre en el interior del vestuario de un equipo de fútbol? ¿Se llevan bien todos los jugadores entre sí? ¿Hay enganchones entre ellos? ¿Quién lleva la voz cantante? ¿Domina el entrenador a sus jugadores? ¿Le respetan sus pupilos? A todos los aficionados les gustaría conocer las entrañas del club de sus amores, seguir su día a día desde el interior, tener toda la información de lo que ocurre en las charlas de vestuario, en el banquillo, en los entrenamientos... Una cámara y un micrófono en estos enclaves valdrían su peso en oro. Así lo pensó la Sky TV inglesa en 2006 cuando puso en marcha la serie de documentales titulada Big Ron Manager. Los protagonistas fueron Ron Atkinson, conocido técnico inglés (Manchester United, Aston Villa, Atlético de Madrid...), y el Peterborough United, club que se encontraba por aquel entonces en la League Two y en uno de los momentos más convulsos de su historia. A cambio de 100.000 libras, el presidente de la entidad dio pleno acceso al vestuario al equipo de filmación y Atkinson debía ofrecer sus expertos consejos al novato entrenador Steve Bleasdale. Aquello acabó como el rosario de la aurora. Discusiones constantes, gritos, algún amago de pelea... El público británico quedó escandalizado con aquellas imágenes y el programa acabó causando un par de víctimas: Bleasdale se marchó del equipo 70 minutos antes de un partido ante el Macclesfield, cansado de sus constantes enfrentamientos con un Atkinson empeñado en imponer su criterio; mientras que un joven jugador, Sean St Ledger, se ganó fama de problemático, de cáncer de vestuario.
El hoy en día internacional irlandés y jugador del Leicester City de la Segunda División inglesa -marcó el gol de su selección en la derrota sufrida ante Croacia en la primera jornada de la Eurocopa- era por aquel entonces un prometedor defensa de 21 años que intentaba subir escalones en su carrera, pero aquel documental le encasilló como un jugador polémico. Sus discusiones a grito pelado con el entrenador eran constantes, en alguna ocasión fue castigado a entrenarse en solitario después de tener algún enganchón con sus propios compañeros... Así, la imagen de St Ledger quedó muy castigada y ningún equipo apostó por él en el verano de 2006, debiendo recalar en el modesto Preston North End. El jugador amagó incluso con demandar a Sky TV por considerar que el programa había dañado su reputación, pero la sangre no llegó al río y años después, en 2009, reconoció al Daily Mail que toda aquella polémica le ayudó a madurar. "Todavía no me he deshecho de aquella etiqueta. Creía que tres años después de todo aquello lo habría logrado, pero al menos la gente que me conoce me dice que he crecido y madurado. Me dañó porque mucha gente sigue teniendo esa imagen de mí y eso me va a acompañar siempre", destacaba.
Con la madurez y el poso que dan los años, St Ledger reconoce que su forma de actuar no fue la correcta. "He visto el programa y estaba totalmente descontrolado. Muchas de las cosas que dije e hice no fueron correctas. Estaba completamente equivocado. Si yo me hubiese visto a mí mismo habría dicho, ¿pero quién es ese personaje? Lo que ocurrió fue que por aquel entonces no estaba contento con mi vida futbolística y no lo comenté cara a cara con el entrenador. Debía haberle mostrado más respeto. Es imposible llevarte bien con todo el mundo, pero él era mi jefe y no le respeté. Esa es una de las cosas que aprendí de aquello, tienes que respetar a tu entrenador aunque te deje en el banquillo. Aún así, aquello tuvo sus cosas positivas porque me di cuenta de lo que necesitaba para ser un futbolista profesional. ¿Lo negativo? No es nada bonito que unos padres vean esa actitud en su hijo", reconoció en el Daily Mail.
St Ledger aprendió de aquella experiencia, pero su nombre quedó marcado. Muchos entrenadores reconocían sus cualidades futbolísticas, pero les costaba apostar por él, temerosos de su carácter. El hecho de que debutara como internacional en 2009 -nació en Birmingham hace 27 años, pero su abuelo era irlandés- mejoró su caché, pero le costó abandonar la League Two. El Middlesbrough se hizo con su cesión en la temporada 2009/10, pero no tuvo continuidad. Sonó también para el Celtic, pero el fichaje no se concretó por las dudas sobre su actitud. Incluso Ron Atkinson, el gurú de aquel polémico programa, salió a la palestra para echarle un cable. "Si un entrenador como Giovanni Trapattoni cuenta regularmente con él es que es buen jugador. Sean ha crecido mucho desde que se emitió aquel programa, yo no tendría ningún problema con él. Ofrece el 200% cada vez que salta al campo y es el sueño de cualquier entrenador", aseguró, aunque finalmente el traspaso no se produjo. Tras otra campaña en el Preston North End, fue fichado el pasado verano por el Leicester de la Segunda División inglesa. Con los Foxes, St Ledger estuvo a punto de volver a tropezar con la misma piedra. Tras una discusión con el entrenador, Nigel Pearson, el defensa irlandés fue colocado en la lista de transferibles. El club incluso apalabró su traspaso al Ipswich Town, pero la lesión de uno de los defensas y la marcha a la Copa África de otro paralizó la operación. Regresó, aunque a la fuerza, al once titular y Pearson quedó "encantado" con él, convirtiéndole en uno de sus pilares. La Eurocopa está siendo un premio para Sean. Pese a la derrota, marcó un buen gol ante Croacia y quizás algún conjunto de la Premier se decida a apostar por él pese a su pasado de bad boy televisivo.