vitoria. Tras el excelso encuentro realizado por el Real Madrid el lunes, en el que lograron una diferencia de 26 puntos, Ante Tomic se apresuró a frenar la euforia que se percibe al asegurar que este encuentro no será, con toda probabilidad, una nueva fiesta merengue.

"Espero un partido sin muchas sorpresas, la verdad. Será diferente y muy duro. No ganaremos dos partidos seguidos por 30 puntos. Será muy complicado", reconocía el poste madridista.

El capitán del Real Madrid, Felipe Reyes, ratificaba el sentir del pívot balcánico mientras emplazaba a la serenidad a la parroquia blanca: "Nunca te esperas ganar de tanto en un partido de la final, pero tranquilos tampoco estamos porque todavía no hemos hecho nada, queda una victoria más si queremos ganar la liga y si la conseguimos el miércoles (por hoy), que es nuestro objetivo, sí que dormiremos muy tranquilos". Por todo ello, Reyes vaticinaba un encuentro duro ante un rival que "ha quedado tercero en la Euroliga y que lleva siendo uno de los mejores de Europa los últimos años".

Por último y en cuanto a uno de los activos del Madrid en esta serie, el banquillo, Pocius admitió que "hay muchos jugadores capaces de aportar al equipo cosas en diferentes apartados. "Creo que esa es la fuerza de nuestro equipo", zanjó.