Vitoria. Si algo tiene Flavio Briatore, además de euros, es el don de la omnipresencia. Desde que fuera apartado en 2009 de por vida de los circuitos -denominado el caso Crashgate, fue cazado obligando a Piquet a estrellarse contra un muro para, con el fin de favorecer a Alonso, ganarse su renovación-, y posteriormente en 2010 levantada su pena, no desaparece de la atmósfera automovilística. Actualmente está armando la oposición a la conocida como Fórmula 1. De hecho, el magnate italiano ha mantenido este fin de semana una reunión con el patrón de la F-1, Bernie Ecclestone, para plantearle los trazos de esa otra Fórmula 1 que estudia y visualiza.
"Para mí, la Fórmula 1 es un hobby en estos momentos, pero hablo de manera regular con Bernie Ecclestone (con quien comparte la propiedad del equipo de fútbol inglés Queens Park Rangers), incluso hay días que hablamos dos o tres veces, y le he propuesto un nuevo reglamento técnico que sería bueno para todas las escuderías, aumentaría el espectáculo y, sobre todo, reduciría los costes", explicó Briatore. Palabras sobre las que se especula con un 20% en la rebaja de los gastos.
Esta criatura que está alimentando Briatore, que es la creación del citado reglamento técnico deportivo, se vería materializada en una nueva categoría bautizada GP1. Su finalidad sería plantar competencia a la actual Fórmula 1, aspirando a una escisión de las partes que la conforman, como sería el caso de la FIA, que es el organismo rector, y la FOTA, que es la propietaria de los derechos comerciales de explotación. Si bien, esta idea rompería con la historia conocida, pues dejaría de conocerse como F-1 la élite del automovilismo, incluso la denominación de Campeonato del Mundo. La primera batalla de Briatore será convencer de su propuesta de nuevo escenario a las escuderías, que podrían verse interesadas en la idea. Por ejemplo, Ferrari, apunta la rumorología, podría estar de acuerdo con el italiano, en cuanto a que la normativa esbozada restaría relevancia, por ejemplo, al apartado de la aerodinámica, un cambio que la Scuderia viene reclamando en los últimos tiempos. Puede que todo esto sea cierto o se trate de una medida de presión en plenas negociaciones del Pacto de Concordia que viven las partes que conforman la Fórmula 1.