Vitoria. El sueño continúa. El Aurteneche no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer así como así y lo dejó claro sobre el parqué de Mendizorroza. Tras rozar el triunfo en el segundo partido disputado en Ourense, ayer el cuadro vitoriano no dio opción al Aguas de Sousas y logró una victoria que coloca la semifinal con un 2-1 a favor del cuadro gallego pero que también abre la puerta de la esperanza de una nueva remontada heróica de la escuadra alavesa.

El Araberri comenzó el encuentro dispuesto a que el adversario notase desde el primer segundo que no estaba dispuesto a que la semifinal se agotase sin inaugurar su casillero de victorias y, que por lo tanto, iba a hacer lo posible y lo imposible para obligarle a prolongar su estancia en Vitoria hasta el próximo viernes, cuando se disputará el cuarto capítulo de este enfrentamiento.

De esta manera, los pupilos de Iñaki Merino saltaron al parqué de Mendizorroza plenamente enchufados y sin acusar en absoluto la presión de saber que la espada de Damocles de la eliminación pendía sobre su cabeza tras haber perdido los dos encuentros disputados en tierras orensanas. Como consecuencia, rápidamente comenzaron a cobrar una buena ventaja en el luminoso. Riveiro abrió el marcador con un lanzamiento triple y, a partir de ahí, poco a poco fueron sumándose a la fiesta todos los araberristas.

El resultado de ello fue un parcial de 11-2 que dio paso al 15-4 mediado el primer cuarto que sirvió para aumentar todavía más la confianza del cuadro local mientras que el Aguas de Sousas se desesperaba ante su incapacidad para contener las acometidas vitorianas y lograr puntos cuando se acercaba hasta las inmediaciones del aro alavés.

Esta tónica se mantuvo durante los diez primeros minutos de la contienda, que concluyeron con un esperanzador 26-11 en el marcador de Mendizorroza que parecía allanar el camino hacia la primera victoria araberrista de la serie. Sin embargo, el inicio del segundo cuarto vino a dejar claro que el adversario ni mucho menos estaba muerto y que la condición de favorito para lograr el ascenso que le asigna todo el mundo -el pasado ejercicio descendió de LEB Oro y hace no demasiado comepetía en la ACB- no es fruto del capricho.

El preparador rival ordenó a sus discípulos poner en práctica diferentes defensas zonales que consiguieron cortocircuitar los ataques del Aurteneche, que se encontró con muchos problemas para incrementar su casillero de puntos. Por contra, el equipo gallego cargó su juego en la zona y, a base de provocar faltas personales, fue recortando la desventaja instalando la intranquilidad en la grada.

Sin embargo, el Araberri no perdió la calma y paulatinamente fue recuperando sensaciones hasta reencontrarse con su juego. Así, en los últimos minutos del parcial logró dominar de nuevo el choque hasta alcanzar el descanso con un esperanzador 47-28 en el marcador.

Lejos de venirse abajo por el nuevo revés, el Aguas de Sousas salió del vestuario convencido de sus posibilidades de finiquitar la semifinal pese a la diferencia en contra y en el tercer cuarto se repitió el guión del anterior. La escuadra gallega consiguió imponer su ritmo y se acercó en el marcador hasta la barrera psicológica de los diez puntos. El Araberri lo pasó muy mal en esos momentos pero, sacando fuerzas de flaqueza, se agarró con todas sus fuerzas al parqué y con un 5-0 en el epílogo del parcial llegó al inicio del último cuarto con un valioso 60-42.

En el inicio del parcial definitivo el Aguas de Sousas intentó protagonizar el arreón definitivo y le endosó un preocupante 0-8 al Aurteneche. Sin embargo, el cuadro vitoriano, una vez más, no se vino abajo. Una canasta de Arcelus rompió la racha y a partir de ahí, todo discurrió con relativa tranquilidad hasta que el final del choque instaló el 2-1 en la serie. Mañana, un nuevo capítulo.