shanghái. El alemán Nico Rosberg (Mercedes) saldrá hoy desde el primer puesto de la parrilla del Gran Premio de China, la tercera prueba del Mundial de Fórmula Uno, tras haber sido ayer el mejor en la calificación, en la que el español Fernando Alonso (Ferrari), líder del campeonato, acabó en la novena plaza. Rosberg, de 26 años, firmó en el circuito de Shanghái la primera pole de su carrera en F1 y arrancará desde la línea delantera junto a su compañero y compatriota Michael Schumacher, el hombre récord de la categoría, con siete títulos mundiales.
Nico fue, de lejos, el más rápido en la pista china, de 5.451 metros, que cubrió, en su vuelta estelar, en un tiempo de 1:35:121, a 206,3 kilómetros a la hora y con medio segundo de ventaja sobre el inglés Lewis Hamilton, que después de haber salido desde la pole en Australia y Malasia, se tuvo que conformar con ser segundo en la cronometrada principal. Sin embargo, el campeón mundial de 2008, el único que ha repetido triunfo en Shanghái -ese año y el pasado-, perderá cinco puestos en la formación de salida, dado que antes de que arrancase el Gran Premio tuvo que sustituir la caja de cambios de su monoplaza.
Rosberg, que muestra en su palmarés cinco podios y que hace dos años salió desde la primera línea en Malasia, inauguró su página de estadísticas mayores y en su Gran Premio 111 saldrá por primera vez desde la pole. Con un Mercedes que cada vez tiene mejor pinta -el Kaiser fue el mejor el viernes en la primera jornada de entrenamientos libres-, pero que aún deberá pasar la revalida en carrera.
Las flechas de plata aspiran a que esto se produzca cuanto antes, toda vez que la FIA (Federación Internacional del Automóvil) ha validado su controvertido sistema de activación del alerón trasero y el revolucionario conducto que presenta el mismo. Y que podría suceder hoy mismo, en una pista que tiene la recta más larga del Mundial, de 1,2 kilómetros.
Lo que está claro es que la escudería alemana ha dado un salto de calidad y que Rosberg puede empezar a soñar con emular alguna vez a su padre, el finlandés Keke Rosberg, que firmó la genialidad de ganar el Mundial de 1982 -con Williams- anotándose un solo Gran Premio, el de Suiza, que tuvo lugar en Dijon (Francia), debido a la prohibición de disputar carreras en la Confederación Helvética. Keke ganó otras cuatro pruebas, salió cinco veces desde la pole y subió 17 veces al podio, apuntándose cinco vueltas rápidas. Nico estaba exultante ayer en Shanghái. Pero, de momento, en las reuniones familiares -y en las de trabajo- sigue mandando su padre.
Rosberg y Schumacher protagonizaron la mejor jornada de Mercedes desde que arrancase la nueva era de la escudería alemana, en 2010. Que fue triste para su compatriota Sebastian Vettel. Acostumbrado a saborear de forma reiterada las mieles del éxito durante las pasadas dos temporadas, no entró en la Q3. Algo que no sucedía desde 2009. Y además, tuvo que hincar la rodilla ante su compañero Mark Webber, que saldrá desde la tercera fila. Ferrari hizo lo que pudo con un coche que aún deberá mejorar. Felipe Massa no entró en la Q3 y saldrá duodécimo. Alonso -que ganó en Shanghái en 2005- arrancará noveno y tendrá que aferrarse a inclemencias meteorológicas o a situaciones extrañas de carrera para aspirar a sumar una nueva victoria.