SERBIA Stanic; Prodanovic (4), Vujin (2, 1p), Manojlovic (1), Ilic (2, 1p), Nikcevic (2), Beljanski (1) -equipo inicial-, Marjanac (ps), Toksic (2), Markovic, Stojkovic (2), Vuckovic (3), Cutura, Stankovic y Nenadic.

DINAMARCA Landin; Lindberg (2), Mogensen, Rene Toft Hansen (1), Nielsen, Mikkel Hansen (9), Eggert (3,1p) -equipo inicial-, Cleverly (ps), Mads Christiansen, Lauge (2), Lars Christiansen, Markussen (2), Spellerberg (1), Svan Hansen, Sondergaard (1) y Henrik Toft Hansen.

Parciales 0-2, 2-4, 3-5, 5-6, 7-8 y 7-9 (Descanso) 8-11, 10-12, 12-15, 14-16, 18-19 y 19-21 (Final).

Árbitros Abrahamsen y Kristiansen (NOR). Expulsaron con tres exclusones al jugador de Serbia Nikola Manojlovic por tres exclusiones (m.52).

Pabellón Beogradska Arena ante unos 20.000 espectadores.

Belgrado. Una soberbia actuación del lateral danés Mikkel Hansen, en especial en la segunda mitad, permitió a Dinamarca ceñirse su segunda corona continental, tras imponerse por 19-21 a una selección serbia que sufrió el apagón de sus estrellas. Todo lo contrario que Hansen, que confirmó sobre la pista lo que aseguraba horas antes del inicio de la gran final, cuando el exjugador del Barcelona afirmó que era en los minutos finales, en los momentos en los que a la mayoría les puede la presión, cuando más se divertía sobre la pista.

Una cancha, la del imponente Beogradska Arena, que volvió a reventar con la presencia de 20.000 enfervorizados aficionados serbios, que no pudieron más que rendirse a un Mikkel Hansen, que reclamó en Belgrado la corona de mejor jugador del Mundo que hasta ahora pertenecía al francés Nikola Karabatic.

Trono del que Hansen parece haberse hecho justo acreedor, tras la exhibición que ofreció en la segunda parte de la gran final del Europeo, en la que el nórdico anotó los seis lanzamientos que intentó, para contabilizar un total de nueve goles a la conclusión del encuentro. Cinco más de los que sumaron las dos estrellas locales, Marko Vujin y Momir Ilic, elegido increíblemente mejor jugador del torneo, que cerró la final con un paupérrimo 18% de acierto en el lanzamiento.