Palma de Mallorca. El Athletic de Bilbao se clasificó ayer para disputar las semifinales de la Copa del Rey al vencer por 0-1 al Mallorca en el Iberostar Estadio (3-0 en el global de la eliminatoria) y se jugará contra el Mirandés, de Segunda B, el derecho a disputar la final de una competición que no gana desde 1985.
Un autogol absurdo de Iván Ramis en colaboración con el meta Juan Calatayud en la segunda parte, acabó con el sueño de un Mallorca que no pudo remontar el 2-0 de la ida en San Mamés, tal y cómo lo había hecho en la eliminatoria anterior ante la Real Sociedad.
Los leones han accedido a la semifinal por la puerta grande, ante un rival al que le pesó como una losa la desventaja en el marcador.
El equipo balear salió muy conservador y no apuró sus opciones desde el principio con el objetivo de marcar un gol y situarse de lleno en la eliminatoria, muy cuesta arriba con el 2-0 de la ida en San Mamés.
Enfrente tenía un adversario que no le iba a regalar ni un metro de terreno, como se pudo apreciar a la primera de cambios y, además, muy peligroso en los contragolpes, con Muniain (lesionado en los minutos finales de la primera parte y que fue sustituido por Toquero), De Marcos, Susaeta y Llorente como claros referentes ofensivos.
El Mallorca se armó de paciencia para intentar superar la estrategia diseñada por el técnico argentino Marcelo Bielsa, y aunque el balón circuló con rapidez y criterio, nunca pilló desprevenida a la zaga bilbaína. De hecho, el Mallorca no remató ni una sola vez bajo los tres palos en los primeros 45 minutos. Lo intentaron Pereira y Álvaro por las bandas, Alfaro y Hemed en la punta del ataque, pero el primer gol, el que debía devolver la esperanza a los baleares, no llegaba.
Muy al contrario, era el Athletic el que dispuso de las mejores ocasiones ante la portería de Juan Calatayud, como en el minuto 21, por intermedio de Muniain, cuyo disparo fue enviado al córner por el meta mallorquinista.
El Mallorca peleó por hacer historia y clasificarse por quinta vez para las semifinales de la Copa del Rey, pero enfrente también tenía a un Athletic que se crece en esta competición, hasta el punto de que es el segundo equipo con más títulos, 23, tras el FC Barcelona.
En la segunda parte, el Athletic retrocedió algunos metros y defendían en su campo hasta Llorente y Toquero, ante un Mallorca que subió su nivel de intensidad en busca del gol que le diera esperanzas. Dos penaltis reclamaron los jugadores del Mallorca por sendas caídas en el área de Alfaro y Pereira, que sin embargo, el colegiado ignoró.
Cuando más atacaba, una jugada tan absurda como desgraciada, sentenció al Mallorca.
Ramis retrasó un balón fácil a su portero, Juan Calatayud (min. 75), pero el esférico dio un bote en falso y se coló en la meta balear ante la desesperación de jugadores y aficionados.
Ahí se acabó la trayectoria del Mallorca en la Copa del Rey. El Athletic, que fue superior al conjunto balear en los dos partidos, disputará las semifinales con todo merecimiento.