NOvi sad. La selección española de balonmano tratará de arrancar la segunda fase del Europeo con un triunfo sobre Croacia, el único equipo que hasta el momento cuenta por victorias sus partidos, que permitiría a los de Valero Rivera dar un paso de gigante hacia las semifinales. Para ello, el conjunto español deberá mostrar la misma sólida imagen que exhibió en el inicio del torneo ante Francia, especialmente en defensa, donde España deberá frenar a un Ivano Balic que atraviesa por uno de su mejores momentos de forma de los últimos años.
Pero Balic no será el único peligro para el conjunto español, ya que Croacia parece haber recuperado, tras la gris imagen que dejó el pasado año en el Mundial de Suecia, al cañonero Blazenko Lackovic, que conforma una eficacísima pareja de laterales con el exjugador del Reale Ademar de León Denis Buntic.
Sin olvidar, cómo no, al pivote Igor Vori, otro de los que parece haber resurgido, tras el decepcionante papel de los croatas en la última edición mundialista, en la que los balcánicos quedaron, tras jugar las finales del Mundial de Croacia 2009 y el Europeo de Austria 2010, fuera de las semifinales.
Una ronda que no está dispuesto que se le escape en esta ocasión a los de Slavko Goluza, el portero Mirko Alilovic, que ha confirmado en los tres partidos disputados en Serbia la excelente campaña que viene realizando con el Veszprem húngaro. Efectividad bajo los palos que ha otorgado una mayor solidez si cabe a la defensa croata, en la que el gigantón Jakov Gojun juega un papel determinante.
Circunstancia que obligará a España a ofrecer también su mejor versión en ataque, no acostumbran a desaprovechar cualquier mínima duda de sus rivales, para montar fulgurantes contragolpes en el que los extremos balcánicos se muestran prácticamente infalibles.
Especialmente el extremo derecho Ivan Cupic, que tras perderse el pasado año el Mundial por lesión, parece empeñado en reivindicar su condición como uno de los mejores exteriores zurdos del planeta, siendo el mejor goleador croata.