Ya no hay marcha atrás. Rubén Beloki hizo oficial ayer lo que todo el mundo sabía. Que lo deja. El próximo 3 de diciembre jugará en el Labrit su último partido como pelotari profesional. Supondrá el final a casi 20 años de carrera. De éxitos. De ejemplo para las generaciones futuras, pero también para las presentes y para las pasadas. El burladés se despidió agradecido. Rodeado de los que le acompañarán en su última actuación. Emocionado e ilusionado porque seguirá vinculado a la pelota en la que ha sido su casa durante casi dos décadas, Asegarce, "porque todavía tengo cosas que aportar".

Rubén Beloki estuvo bien acompañado en Baluarte, el escenario elegido para decir adiós. Estuvieron los que en apenas tres semanas se convertirán en sus últimos rivales, Oinatz Bengoetxea y Aritz Begino; también el gerente de la operadora en la que ha estado enrolado desde 1993, Íñigo Salbidea. Tampoco se perdió el acto el presidente de la Federación Navarra de Pelota, Montxo Iriarte, que no dudo en ofrecer públicamente un cargo al burladés. Y en un segundo plano, su hermano Alberto, otros miembros de Asegarce y un buen puñado de amigos.

La cuestión principal residía ayer en conocer los verdaderos motivos que han acelerado la retirada de Beloki, cuyo contrato en vigor expiraba a finales de febrero del próximo año. "Me voy cuando quiero y de la forma que quiero, por supuesto", matizó el burladés, pero también precisó que "este verano he luchado a tope para que la empresa contase conmigo en el Campeonato de Parejas, aunque soy consciente de que hoy por hoy no tengo sitio. Hay pelotaris mejores que yo, pero me voy contento porque estoy ahí, en la pomada, y les doy guerra. Me quería ir con es sensación". Reconoció también el tetracampeón del Manomanista que tuvo la posibilidad de haber realizado una especie de gira de despedida, como ya lo hiciera Julián Retegui en su día, "pero quería hacerlo en Pamplona, en un único día y no alargarlo. Quería jugar hasta el último día como alguien normal, como uno más, como lo que soy", explicó. No obstante, dejó claro que "entiendo perfectamente al pelotari que baja su nivel y alarga su carrera. Lo veo totalmente lógico. Cada uno es libre de hacer lo que quiera con su trayectoria", puntualizó.

día del patrón de navarra También incidió en el momento más o menos exacto en el que comenzó a darse cuenta de que el final estaba muy próximo. "El último año y medio ha sido complicado. Desde la lesión de rodilla que me tuvo seis meses parado, no he vuelto a ser el mismo. El pelotazo ya no es el mismo. En el frontón he jugado bien, pero quizá no soy Beloki. Me toca jugar de otra manera, sufrir, pelotear y no soy yo. Este último año he visto que ya no era yo y en el verano decidí que, si veía que no iba a entrar en el Parejas, habría llegado el momento". Y será el próximo 3 de diciembre, una fecha especial por ser la festividad del patrón de Navarra, San Francisco Javier, y patrón también de la pelota, el deporte de Beloki.

El zaguero de Burlada trató de todas estas cuestiones justo después de ofrecer un emotivo discurso (se puede leer íntegro en la página siguiente), una epístola a la que dio entrada de la manera más original que pudo. "Me vais a permitir que lea lo que he escrito en casa porque es un día complicado y a lo mejor no me salen las palabras", señaló con tono emocionado.

Si el día de ayer resultó complicado para Beloki, también lo han sido los anteriores. "Las últimas semanas han sido complicadillas. Cuando ya decides que va a ser tu último mes o tus últimos dos meses, cada partido y cada entrenamiento lo saboreas de manera especial... Ha sido duro porque, desde los 10 años, todos los fines de semana tenía el bolso preparado para ir al partido. Pero me voy muy contento porque ya lo he asimilado. Lo único que quiero es que el día 3 salga un buen partido y la gente se divierta... Ya está todo el pescado vendido", añadió, provocando la carcajada entre los presentes.