vitoria. El Bizkaia Bilbao Basket está acusando el peaje de su estreno en la Euroliga. El conjunto vizcaíno, que comenzó con mucha fuerza la temporada tras imponerse al Olympiacos y al Real Madrid, ha perdido fuelle en las últimas semanas y ayer cosechó en La Roca, feudo del Gran Canaria 2014, su tercera derrota consecutiva. El próximo rival del Caja Laboral, finalista la pasada campaña en la ACB, comienza a sembrar dudas y se ve obligado a reaccionar de inmediato si no quiere que esta mala racha se traduzca en una eliminación prematura de la máxima competición del baloncesto continental.

Con tres derrotas en las tres últimas semanas ante equipos con los que en teoría debe jugarse el pase al Top 16, al combinado que dirige Fotis Katsikaris le aguardan ahora dos complicadas salidas, a Vitoria y Atenas, tras las cuales podría encontrarse con un complicado balance de una victoria y cinco derrotas que le obligarían prácticamente a jugar sin margen para el error en las cuatro últimas jornadas de la primera fase de la Euroliga. Una situación complicada.

En la ACB la cosa tampoco fluye como se esperaba. El Bilbao Basket se encuentra ahora mismo fuera de las plazas que conceden el derecho a disputar la Copa del Rey. Es noveno, con más derrotas que victorias (3-4) y lo peor es que ha caído ante rivales que en teoría parecían inferiores. El Gran Canaria, su verdugo ayer, llegaba a la cita muy apurado, como colista y con sólo un triunfo en su haber. Pero ayer pudo tomar oxígeno.

El equipo insular se impuso al subcampeón de la ACB en un encuentro cargado de alternativas en el que el plantel vasco estuvo a punto de forzar la máquina en la ruleta final de los tiros libres. De poco sirvieron los 17 puntos de Banic ante el acierto de Haynes (otros 15, con un 83 % en tiros de 2) y el juego colectivo de Beirán, que acabó el encuentro con 9 puntos, 9 rebotes y un 21 de valoración.

En un comienzo extremadamente táctico y de guarismos bajos, el plantel amarillo empezó tomando la batuta del encuentro por medio de Haynes y Palacios (11-8), si bien el plantel vasco consiguió carburar con las primeras rotaciones hasta tomar la manija del choque con el tiro exterior de Raúl López y las acometidas en la pintura de Banic y Fischer (20-24).

Con el paso de los minutos, los pupilos de Pedro Martínez dieron un paso adelante tanto en el juego exterior como en la zona (Ekperigin y Nelson asumieron galones en el poste bajo), sellando al descanso un ajustado 32-31. En la reanudación, Beirán y Rey lideraron el ataque isleño para marcar las primeras diferencias importantes (42-35), aunque Mumbrú y Grimau terminaron por cercenar las acometidas locales de manera provisional.

En el asalto final, el Gran Canaria sacó tajada de su mayor acierto en la zona (68 % en tiros de dos) para firmar una ventaja de hasta 15 puntos (63-48), aunque no supo administrar la derrama ante la eclosión repentina de Mumbrú y Vasileidadis.