A pesar de que todavía los equipos no están ofreciendo su mejor versión, en esta jornada de la Euroliga hemos podido disfrutar de grandes enfrentamientos como el Panathinaikos-CSKA de Moscú, el Barça- Montepaschi o el Partizan-Real Madrid. A pesar de que son equipos que tienen más que asegurada su presencia en la siguiente fase, este tipo de partidos sirven para saber a ciencia cierta en qué punto físico, técnico y táctico están. Además también sirven para dilucidar quién será el que pase como primero de grupo.
Seguro que la puntuación que se consiguió en Barcelona no se repetirá en los enfrentamientos venideros. Las defensas se fortalecerán y el anotar se hará más difícil. También pudimos recordar el extraordinario ambiente que se crea en el Pionir de Belgrado y lo que aprieta el público. Para cuando el Madrid quiso darse cuenta de dónde estaba, los serbios ya mandaban en el marcador de forma solvente.Luego el Madrid, con una gran defensa, consiguió poner en muchos apuros al Partizan. Me sorprendió gratamente el equipo de Laso en tareas defensivas. Hubo un momento del último cuarto que los serbios no sabían que hacer y sólo Law con el yo-yo y sus penetraciones conseguía sacar alguna ventaja. El Madrid pecó en los últimos minutos de no saber rentabilizar la ventaja que tenía pero, si sigue en esta línea, va a ser un equipo difícil de ganar. En cuanto al partido en el OAKA podemos decir que fue un placer ver a estas alturas de temporada tanto buen jugador sobre una cancha. Habrá que disfrutar mientras el lockout dure ya que luego la cosa no será la misma. Que son dos de los candidatos a jugar la Final Four está claro. Pero no lo dice su palmarés, sino el juego que desarrollan a día de hoy.
En cuanto a los nuestros, desde el primer momento decidieron jugársela a la ruleta del acierto anotador y nunca al trabajo defensivo. El Nancy sabemos que en casa es un equipo muy peligroso, que tiene muchos jugadores atléticos que utilizan todo su poderío físico más para atacar que para defender. En defensa no son tan intensos y lo que buscan más es ir al tapón que realmente a parar las penetraciones o los tiros exteriores. También tenía a Batum, un jugador NBA que ha vuelto a sus orígenes y al que no le ha hecho falta adaptación al baloncesto francés. Por eso está jugando a un gran nivel y los baskonistas en ningún momento pudieron pararle.
Nuestro juego interior se vio totalmente desbordado. Los franceses ganaban la posición muy cerca del aro y eso suponía canasta garantizada. Hubo por parte de Seraphin, Dorsey y Bjelica falta de trabajo antes de que recibieran la pelota. Bajaban el culo una vez que recibían la pelota donde ellos querían y eso con la capacidad atlética que tenían era prácticamente imposible de detener.
También el Caja Laboral abusó del tiro exterior con parecidos lanzamientos de dos puntos y de tres ante un equipo que tampoco defendía excesivamente agresivo. Sin tiempo para lamentaciones ahora toca la Liga Endesa y, mientras el Panathinaikos, CSKA o Maccabi tienen partidos asequibles, el Madrid deberá jugar en la cancha de Unicaja, el Barça lo hará en Valencia y el Caja Laboral contra una de las revelaciones de la temporada como es el Lucentum. Casi nada.