Los entrenadores del Liverpool, Kenny Dalglish, y del Arsenal, Arsene Wenger, negaron que el racismo sea un problema en la Premier. A raíz de las acusaciones hechas contra el delantero uruguayo Luis Suárez, del Liverpool, y sobre el capitán del Chelsea, John Terry, Dalglish y Wenger dijeron que el racismo no estaba extendido en el fútbol inglés.