Nueva York. La NBA no tendrá pretemporada. David Stern, comisionado de la mejor Liga del mundo, comunicó oficialmente la cancelación del resto de los partidos de preparación y, si el lunes no se llega a un acuerdo para la firma de un nuevo convenio colectivo en lo que se anticipa como la reunión definitiva, se verá obligado a anunciar la cancelación de las dos primeras semanas de la temporada regular. Stern anunció tan drástica decisión tras un nuevo encuentro entre el sindicato de jugadores y los dueños de los equipos, tras el que no hubo ningún tipo de acuerdo.
"Llegamos a la reunión y cuando los jugadores hicieron su propuesta los dueños la consideraron inaceptable. Ahí ya no tuvo sentido continuar la reunión", destacó Stern. Hasta la fecha ya se habían perdido los primeros 43 partidos de pretemporada, y ahora, enterrada la posibilidad de celebrar el resto, son las dos primeras semanas de competición oficial las que peligran. El presidente del sindicato de jugadores de la NBA, el base de los Lakers Derek Fisher, tampoco vio síntomas de mejora en la última reunión. "Sostuvimos intensas discusiones para ver si podíamos acercar posturas, pero existe una gran separación", declaró. "No era el día para cerrar este asunto y ni tan siquiera fuimos capaces de acercar posturas", incidió.
El punto de fricción sigue siendo el mismo. Los jugadores, que en el último año del antiguo convenio colectivo recibieron el 57% de los ingresos generados por el baloncesto para pagar sus salarios, aceptan bajar el porcentaje al 53%, pero los dueños sólo asumen subir del 46%, que era su propuesta inicial, al 47%. Ambas partes habían llegado a la reunión sabiendo que si no conseguían resultados positivos ya no quedaría tiempo material para que la temporada regular dé comienzo el próximo 1 de noviembre, como está establecido el calendario oficial de competición. Mientras tanto, en Estados Unidos se apuesta ahora por una posible vía de solución si ambas partes aceptan situar su porcentaje en un igualitario 50% para cada uno. Así las cosas, el mundo del baloncesto aguarda ahora a la reunión del lunes para comprobar si, tras los cientos de millones tirados a la basura hasta el momento por culpa del lock out, el eterno conflicto la NBA tiene finalmente visos de solución.