El Gran Premio de Japón disputado este fin de semana en el circuito de Motegi podría considerarse como el de los errores y aciertos de determinados pilotos en sus respectivas categorías, pues tanto los unos como los otros han servido para hacer todavía más estrechas las diferencias en las clasificaciones provisionales.
El australiano Casey Stoner tenía muchas posibilidades de dejar sentenciado el título de MotoGP para celebrarlo dos semanas después en la carrera de casa, en Phillip Island, pero su error en la cuarta vuelta, que le acabó sacando de la pista, le ha puesto las cosas un poco más complicadas, aunque los cuarenta puntos que tiene respecto a Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1) son renta más que suficiente como para tomárselo con calma.
Stoner, principal candidato a la victoria en Japón, podía haber viajado a Australia con nueve y hasta 13 puntos de ventaja más (49 ó 53) respecto a Lorenzo si hubiese ganado la carrera y su rival hubiese acabado segundo -a priori algo que se antojaba complicado y luego no lo fue tanto-, o tercero, lo más normal si no se hubiese salido de la pista.
Mucho más estrechas son las diferencias en Moto2, en donde Marc Márquez (Suter) culminó con éxito su remontada camino del liderato de la categoría, en el que ahora ocupa la primera plaza por apenas un punto de diferencia respecto al alemán Stefan Bradl (Kalex).
remontada de estrella Los 82 puntos con los que se encontró en Holanda Bradl respecto a Márquez, por entonces no demasiado acertado en su adaptación a la nueva categoría tras lograr el título mundial de los 125 c.c. en 2010, son ahora ya un mero apunte estadístico y en los tres grandes premios que restan por disputarse el duelo mano a mano entre ambos promete ser de lo más interesante.
La actuación de Márquez en los últimos circuitos manifiesta bien a las claras el talento de un piloto llamado a ganarlo todo. Lo que parecía una temporada tirada a la basura de antemano se ha convertido en un ejercicio de exhibicionismo que no ha pasado desapercibido para entendidos y aficionados, que ya ven en el joven piloto español a un futuro campeón de MotoGP. No valen fallos ni errores y Márquez ha demostrado haber templado mucho su carácter, como este fin de semana en Japón, cuando optó por una tranquilizadora segunda plaza en lugar de pelear por la victoria con el italiano Andrea Iannone y arriesgarse de esa manera a una caída que truncara su ascensión.
Igual de sensata fue la actuación de Nicolás Terol (Aprilia) en los 125 c.c. y aunque ganó su único rival por el título, el francés Johann Zarco (Derbi), quien de esta manera consiguió su primera victoria en grandes premios, el de Alcoy evidenció una proverbial madurez que, más tarde o más temprano le debe dar su primer título mundial y el último del octavo de litro.