La de ayer fue una etapa de desgaste, como la de la jornada anterior. Seguidas. Precisamente ayer lo pagaron y muy caro, corredores como Vincenzo Nibali y Purito Rodríguez, aspirantes que prácticamente dijeron adiós al triunfo en la Vuelta. Sin embargo, hubo uno, Juanjo Cobo, El Bisonte de la Pesa, que está empeñado en dar que hablar. Empezó la ronda siendo un tapado, alejado de los focos, paciente y superada la criba de la montaña, el del Geox se ha convertido en uno de los grandes favoritos para ganar. Quién lo diría. Y eso que en la Vuelta a Burgos demostró estar en un gran estado de forma. El cántabro ha sabido encontrar su lugar en todo momento a lo largo de esta Vuelta y para hoy puede, además, contar con la colaboración de Menchov.

Tremendo, por supuesto, es también lo de Wiggins y Froome. Es impresionante lo bien que lo están haciendo, cómo están midiendo las fuerzas, que, claro, son muchas con las que han llegado a estas altura de la temporada.

Para hoy me espero, casi seguro, el desenlace de la Vuelta. Quien salga de líder de la decimoquinta etapa, si la diferencia entre el primero y el segundo es superior a 30 segundos, todo estará decidido.

Quiero mencionar como inmerso en esta lucha a otro corredor que está escondido. Es Mollema. El de Rabobank, como Cobo, está al acecho y hoy puede saltar la sorpresa con él. Al igual que puede ocurrir para la victoria de etapa con Mikel Nieve, que está haciendo un gran papel en esta Vuelta. El navarro de Euskaltel puede encontrar hoy su gran oportunidad. Se le ve muy bien. Puede ser una gran oportunidad para un gran día.