VITORIA. Ya ha dejado de ser una broma y constituye una frenética espiral que se ve engrosada casi a diario por nombres rutilantes. El éxodo de estrellas de la canasta procedentes de la NBA rumbo al Viejo Continente fluye a borbotones. Mientras algunos albergan todavía ciertas reticencias y confían en que se resuelvan favorablemente las negociaciones entre el sindicato de jugadores y los patronos para desbloquear el lockout, los más pesimistas no se lo piensan. El último en hacerlo ha sido Nikola Pekovic, uno de los pívots más determinantes que circuló en su día por Europa antes de comprometerse el pasado verano con los Timberwolves de Minnesota. El Partizan oficializó ayer la vuelta de uno de los hijos pródigos que propició recientemente su época más dorada. El fornido montenegrino actuará en Belgrado mientras se desenquiste un conflicto que, a priori, carece de una fácil solución.
Este movimiento se produce apenas un día después de que el Real Madrid haya perfilado un acuerdo con Rudy Fernández para las próximas cuatro temporadas. El escolta balear, traspasado a los Mavericks tras el último draft, tampoco está dispuesto a comprometer su futuro y dilatar su experiencia en la NBA. Más tras haber recibido una suculenta oferta de tres millones de euros anuales por parte de Florentino Pérez que tiñe de sombras la continuidad del internacional de Sergio Scariolo en la mejor competición del mundo. Aunque el lockout pase a corto plazo a la historia y el ex del Joventut deba cumplir su contrato con el vigente campeón, su regreso parece cantado al final de la campaña 2012-13.
Entre los grandes transatlánticos europeos, el Anadolu Efes y el Maccabi se están mostrando como los más activos a la hora de apostar por estos fichajes puestos en el fondo en tela de juicio en un primer momento por la mismísima FIBA. El hecho de que todos los jugadores quisieran incluir en los contratos una cláusula de vuelta a Estados Unidos provocó la disconformidad del máximo organismo continental, que finalmente ha dado luz verde a unas operaciones costosísimas. El club turco, gran animador del mercado estival, ya se ha hecho con los servicios de Patrick Mills y Ersan Ilyasova. El verdugo baskonista en la pasada Euroliga, por su parte, ha fichado a bombo y platillo a Jordan Farmar y mantiene negociaciones avanzadas para la vuelta de Omri Casspi.
El primero en abrir la veda fue Deron Williams. El base de los Nets aceptó una suculenta propuesta del Besiktas consistente en 5,5 millones de dólares por ejercicio. La entidad otomana también ha tentado a Kobe Bryant, aunque de momento sin éxito. Turquía, Rusia o China tienen visos de erigirse en el cobijo de las estrellas que se resistan a aguardar un desenlace positivo del conflicto. En la Liga Endesa, mientras tanto, nadie se atreve a mover el árbol conscientes del alto riesgo que implican estos fichajes con rango de temporalidad. Sin embargo, a corto plazo todo puede ocurrir.