ITALIA: De Nicolao (11), Gentile (14), Vitali (3), Melli (9), Cervi (2) -cinco inicial- Traini (0), Santiangeli (0), Moraschini (17), Baldi (8), Polonara (6).
ESPAÑA: Pozas (5), Franch (19), Sastre (0), Mirotic (29), Llovet (3) -cinco inicial- Simeón (0), Jódar (6), Barrera (10), Tomás (7), Lorenzo (0), Arévalo (0), Gil (3).
Parciales: 16-17, 35-42 (descanso), 55-68, 70-82.
Árbitros: Radovic, Lottermoser, Radojevic. Sin eliminados.
Incidencias: Unos 6.000 espectadores en el Bilbao Arena.
bilbao. España cerró el círculo y atrapó la única medalla de oro que le faltaba a su baloncesto en el concierto internacional. La selección de que ha dirigido de forma extraordinaria durante el Europeo U20 Juan Antonio Orenga cerró ayer una trayectoria impecable, en lo más alto del podio y tras haber ganado todos sus partidos. Además, su victoria tuvo un componente épico ya que perdió a tres de sus integrantes por el camino. Sastre, nada más empezar el partido, Simeón y Llovet, sin quererlo, recibieron sus medallas doloridos sin que su ausencia hubiera pesado a sus compañeros antes.
Italia no aprovechó las circunstancias porque Gentile, que abrió la nariz a Sastre en el primer minuto de juego, se salió mentalmente del partido, peleado con el público y su propia ansiedad. Durante casi toda la primera parte, saltaron chispas en un duelo sin prisioneros que recordó a aquellos tiempos -Dino Meneghin lo vio en la grada del Bilbao Arena- en que España y Italia peleaban por la supremacía europea cuando les dejaban las potencias del bloque comunista. Los transalpinos buscaban a sus referencias sin encontrarlas. España se aferraba a Mirotic y Franch, pero además encontró relevos al herido Sastre, su segunda mano en ataque. Barrera aportó excelentes minutos, lo mismo que Jódar para anotar triples importantes y abrir la defensa que se cerraba en torno al MVP del torneo.
parcial casi decisivo Un parcial de 0-7 rompió la igualdad antes del descanso y puso a España diez puntos arriba y la presión pasó al bando rival. Gentile anotó un triple para empezar la segunda mitad y poner a Italia a cuatro puntos (38-42). El choque ya nunca más volvió a estar en un margen tan estrecho. Los jugadores de Orenga apretaron filas y convirtieron su defensa en un entramado de piernas y brazos ante el que los italianos, pendientes del a veces discutible criterio arbitral, se estrellaron sin poder aprovechar su teórica superioridad en la pintura ni conseguir situaciones claras para el uno contra uno de Gentile y Moraschini.
Con trece puntos de ventaja entró España en el último cuarto que se fueron a 17 después de sendas canastas de Pozas y Mirotic. De Nicolao, máximo reboteador de su equipo pese a medir menos de 1,80 metros. El pequeño base robó para anotar el 64-72 ante una España que empezaba a acusar el desgaste. Quedaban aún cinco minutos para intentar la hazaña, pero los italianos ni tuvieron suerte con el triple que se le salió a Melli para acercarse a cinco puntos ni supieron elegir bien cuando los españoles abrieron una puerta por puro cansancio.
El desenlace ya no podía cambiar después de que Mirotic, con lo poco que le quedaba, anotara cuatro puntos más que elevaron su cuenta a 29 con 11 rebotes. Él fue el faro que guió el camino de la selección española hacia su quinta medalla consecutiva en el Europeo U20, el oro que le faltaba. Pero no podía hacerlos solos y en los momentos de dificultad, que no han sido muchos, aparecieron otros jóvenes que desde ayer ya son hombres. El talento y el buen manejo del grupo se ha impuesto en un campeonato en el que han brillado quienes han dejado el protagonismo a los jugadores.