bilbao. Nuevo objetivo cumplido. Sobre las once de la mañana del día de ayer, Álex Txikon lograba coronar, junto con su compañero Louis Rousseau, el Gasherbrum II y sumar así el décimo ochomil de su palmarés. El lemoarra, que partió el pasado 26 de mayo desde Gernika rumbo a Skardú (Pakistán) en una furgoneta Renault Space, con la que recorrió un total de doce países y más de 7000 kilómetros en 17 días, suma de este modo otro ochomil para sus vitrinas. Las malas condiciones meteorológicas y la falta de cuerda a partir del Campo 3 no impidieron a Álex Txikon cumplir con los plazos preestablecidos y hollar, después de un día con unas condiciones nada favorables para el alpinismo, la decimotercera montaña más alta del mundo (8035 metros), situada en la cordillera del Karakórum, en Pakistán.

Antes de conseguir este nuevo ochomil, el lemoarra ya había sumado hace apenas nueve días el noveno de su lista personal. Tras llegar el 23 de junio al Campo Base de los Gasherbrum, el vizcaino logró hacer cumbre en el GI el 13 de julio junto con sus compañeros Gerfried Göschl, Günther, Juanrra Madariaga y Jose Carlos Tamayo. Ayer, sobre las once de la mañana, hora local, el objetivo de coronar también el G-II se hacía realidad, aunque la tarea no resultó ni mucho menos sencilla. Si los primeros días las condiciones meteorológicas no acompañaron demasiado, el último día de ascensión el tiempo no ayudó en absoluto. El fuerte viento y las bajísimas temperaturas a las que tuvo que hacer frente Alex Txikon hicieron que todo fuese más complicado.

El factor determinante para dificultar la ascensión fue la falta de cuerda a partir del Campo 3. Los alpinistas tuvieron que ir abriendo huella y ascendiendo sin la ayuda de ese material tan necesario cada vez que de escalar se trata. Sin embargo, no solo la ascensión fue dura y complicada. Una vez arriba del todo, tocaba bajar, y para ello, tampoco había cuerda, por lo que las precauciones a la hora de descender tuvieron que ser máximas también con el objetivo de evitar cualquier tipo de accidente.

Otro que consiguió también hacer cumbre fue Carlos Pauner, que logró así su duodécimo ochomil.

nuevo reto en el k2 A pesar de los dos éxitos cosechados en los Gasherbrum, Álex Txikon mantiene vivas las ganas y las fuerzas para afrontar un nuevo reto que ya tenía previsto desde que comenzara con esta aventura. Se trata de abrir una nueva ruta en estilo alpino en el siempre peligroso K2, la segunda montaña más alta de la Tierra (8611 metros) tras el monte Everest (8848 metros) y la más difícil de ascender al ser, después del Annapurna -ochomil que ya figura en la lista del vizcaino-, la mayor en porcentajes de muertes de quienes intentan ascenderla. El dato es aterrador. Por cada cuatro personas que han alcanzado la cumbre, una ha fallecido en el intento.

Aún así, el espíritu aventurero del vizcaino, que además de alpinista es aizkolari, volverá a entrar en escena para tratar de conseguir una nueva gesta. Será mañana cuando, si se cumplen sus previsiones, Álex Txikon aterrice en el Campo Base del K2 para ponerse de nuevo manos a la obra en su nuevo objetivo. No tendrá apenas tiempo ni para respirar. Las dos recientes ascensiones al G-I y al G-II no parecen pasarle factura al de Lemoa, que tendrá que hacer frente a este nuevo reto sin la ayuda de Louis Rousseau. El canadiense confirmó recientemene que no participará en la apertura de vía en el K2, debido al cansancio acumulado tras las ascensiones al G-I y al G-II. Así, Álex Txikon se quedará sin la ayuda del compañero con el que logró ayer su décimo ochomil, el que le sirve para acercarse un poco más a la marca de los catorce que suman tres ilustres vascos: Juanito Oiarzábal, Edurne Pasabán y Alberto Iñurrategi.