vitoria. El Deportivo Alavés podría llegar a un acuerdo con el grupo de exjugadores acreedores con los que mantiene un litigio desde hace tiempo. Y es que los demandantes verían con buenos ojos renunciar a una pequeña parte del dinero que se les debería abonar en los próximos cuatro años a cambio de un pago anticipado importante, una de las propuestas que estudia plantear la directiva presidida por Avelino Fernández de Quincoces. El grupo de exfutbolistas en ningún caso contemplará un nuevo aplazamiento del pago de una deuda cuyo cobro se ha demorado varios años.
La nueva directiva alavesista tiene asociada un aura de credibilidad y confianza por parte de los exjugadores acreedores, que han manifestado su optimismo de cara a recibir el dinero. Pablo Arregui, abogado del colectivo de exjugadores al que se le adeudan en torno a 320.000 euros, en el que se encuentran hombres como Rubén Navarro o Martín Astudillo, mostró ayer una "confianza absoluta" en encontrar una solución. "Estamos encantados con la entrada de este colectivo en el Alavés. Los jugadores están tranquilos porque saben que ahora se va a resolver el pago. Tengo la seguridad de que la nueva directiva del club va a solucionar el tema y estamos dispuestos a negociar, pero en ningún caso a aplazar de nuevo el pago", manifestó el abogado.
La negociación con los exjugadores está enmarcada dentro del proceso de reestructuración económica que vive el club. Saldadas las deudas con los futbolistas y trabajadores, y negociado con la Seguridad Social el pago fraccionado de 600.000 euros, ahora es el turno de los exjugadores. El montante adeudado asciende a 560.000 euros, 320.000 al colectivo representado por Pablo Arregui y 240.000 a un grupo en el que se encuentran De Lucas, Carpintero y Gaspar.
Esta situación ha sido una de las problemáticas que ha puesto en jaque la supervivencia del club albiazul en los últimos meses. Sin embargo, la capitalización del club con la entrada de un nuevo grupo inversor ha supuesto un soplo de aire fresco para dejar atrás la etapa más oscura de la nonagenaria historia albiazul. El acuerdo, que podría ver la luz esta semana, es algo necesario para ambas partes tras un largo proceso que ha desgastado a todas las partes implicadas.