La Masia de Can Planes cerró ayer sus puertas como residencia de jóvenes futbolistas del FC Barcelona, tras casi 32 años desde su inauguación en octubre 1979. En un acto simbólico, el director de la residencia, Carles Folguera, cerró las puertas de hierro forjado de la Masia acompañado por el vicepresidente deportivo del club, Josep Maria Bartomeu, el directivo del área deportiva y de fútbol formativo, Jordi Mestre, y de uno de sus primeros inquilinos, Guillermo Amor. Ahora las promesas del club se trasladan a la nueva residencia de la Ciutat Esportiva Joan Gamper, donde habrá una mayor capacidad y servicios.