PARÍS. El español Rafael Nadal, que mañana defenderá el título de campeón de Roland Garros frente al suizo Roger Federer, comentó antes de la final que "tantas victorias" a todo el mundo le terminan por "nublar un poco la vista".
"En los últimos siete años he estado en seis finales (de Roland Garros) y he ganado cinco. Los resultados son casi inmejorables" y "tantas victorias a todos nos terminan por nublar un poco la vista y no valorar lo que ha pasado en los últimos años", dijo Nadal.
El de Manacor, cuyo tenis suscitó muchas dudas en la primera semana de torneo, como él mismo reconoció, declaró que "la exigencia desmesurada hace que todos nos equivoquemos al valorar".
"No creo que todo el mundo esté preparado para superar lo que he superado la primera semana y volver a estar jugando los cuartos y la semifinales a un nivel alto", dijo el pentacampeón en la rueda de prensa previa a la final.
Ese partido, en el que tendrá el "honor" de volver a medirse con Federer, al que considera el mejor tenista de todos los tiempos, Nadal cree no se puede comparar con la última final de Roland Garros que ambos disputaron, en 2008.
"Tres años después, es imposible comparar los partidos", aseguró Nadal en la que será la única comparecencia antes del encuentro ya que Federer no ofrecerá rueda de prensa.
El español prefiere no pensar en si la estadística le beneficia, aunque le haya ganado a Federer 13 de los 15 partidos que han disputado en tierra batida y 16 de los 24 duelos en general.
"No lo pienso y no lo puedo pensar" por que "tiene un servicio espectacular. Se te puede meter dentro, te puede subir a la red, te puede tirar golpes ganadores de cualquier lado, se está moviendo muy bien.... Tengo que hacerle sentir que él no puede golpear la pelota con comodidad", comentó.
Nadal, que nunca pierde ocasión para alabar el juego y la figura del suizo, aseguró que no está sorprendido al ver a Federer de nuevo en una final de un Grand Slam, algo que no ocurría desde que se proclamó campeón del Abierto de Australia en 2010.
"Siempre es un honor jugar contra el y no es una sorpresa verle en otra final de GS", declaró Nadal, que agregó que el suizo "está haciendo una buena temporada" y que "siempre está ahí, en finales y semifinales".
En inglés y en español, Nadal insiste ante la prensa y repite que "Roger está jugando muy bien siempre" y que "no es como si llevara dos años y medio sin llegar a una final".
"Es imposible estar cada semana a tu mejor nivel. Lo que Roger ha hecho en su carrera es imposible repetirlo para el resto de jugadores", sentenció.
Y es que el propio Nadal se sabe parte de esa leyenda, por eso reivindica la memorable final de Wimbledon que ambos disputaron en 2008 como un partido de otro rango, comparado con el excelente encuentro de semifinales de ayer, en el que Federer eliminó al serbio Novak Djokovic y rompió su racha de 43 victorias consecutivas.
"Fue un partido fantástico para ver. Me lo pasé muy bien" pero "no creo que se pueda comparar una final con una semifinal. Tampoco creo que lo que representaba la final de Wimbledon lo representara el partido de ayer. Tiene que haber muchas más connotaciones".
Nadal recordó que llegó a aquella final de hierba "después de haber perdido la final dos años seguidos (...). Todo el dramatismo de la lluvia, de la oscuridad al final del partido...", recordó.
"A nivel tenístico creo que -el Federer-Djokovic- fue un partidazo. Pero si contamos todo el global, no creo que se pueda llegar a esa condición" que adquirió aquella final que terminó por ganar el español.
Aquel Wimbledon, la lluvia fue una de las protagonistas del encuentro, lo mismo que puede ocurrir mañana en París, según las previsiones meteorológicas.
"Prefiero siempre el sol y el bote algo. Es mejor para mi juego. No tengo el poder para controlar el clima. Si llueve pensaré que es una ventaja para mí, si sale el sol, también. Siempre hay que pensar positivo", concluye Nadal.