delantero de Aspe

Pamplona. Mikel Idoate perdió, pero se ganó el cariño de la grada. De su gente, pero también de otros muchos aficionados que han vibrado con su espectacular debut en el Manomanista -cinco victorias consecutivas hasta caer ayer en semifinales-. Con lágrimas en los ojos y visiblemente emocionado, el chantreano se explayó. "Fue bonito mientras duró. Me he emocionado con la afición, mis amigos, mi familia... Estaba tocando el cielo con los dedos y me he caído. Ha sido bonito, pero Xala ha jugado una barbaridad y le felicito". Tras mostrar su lado más deportivo, Idoate explicó las claves de su derrota. "Al final he regalado algunas pelotas, he metido tres o cuatro chapas, que podían haber sido tanto y me habrían permitido pelear por el partido.