vitoria. Las aficiones de Real Sociedad y Osasuna, dos equipos que el sábado se jugarán su permanencia en Primera División en la última jornada del campeonato, han respondido ante la amenaza de descenso que se cierne sobre sus equipos. En Pamplona el ritmo de venta de entradas para el choque contra el Villarreal, donde un empate le vale a los navarros para salvarse, ha sido vertiginoso. Ya no quedan entradas. Y en San Sebastián, aunque a menor ritmo, se lleva el mismo camino.
La del sábado va a ser una jornada de transistores, y la mayor parte de los implicados mirará de reojo a Anoeta, donde la Real se juega la salvación en un duelo directo ante el Getafe. Sólo un jugador, Fernando Ansotegi, repetirá titularidad respecto a la alineación que descendió hace cuatro años. En Osasuna, el capitán Patxi Puñal pide calma: "Hay jugadores con la tensión que hace falta y alguno con un punto más", bromeó.