CAJASOL Satoransky (12), Bullock (11), Sastre (3), Cabanas (7), Paul Davis (23) -quinteto inicial-, Kirksay (13), Urtasun (14), Triguero (4), Katelynas (8), Aguilar (0), Ivanov (2) y Balvin (1).

VALLADOLID Stanic (5), Diego García (7), Robinson (5), Nacho Martín (15), Slaughter (13) -quinteto inicial-, Dumas (8), Báez (11), Isaac López (11), Van Lacke y Ruiz.

Parciales 23-12, 29-17, 15-24, 31-22.

Árbitros Martín Bertrán, Peruga y Munar.

Pabellón San Pablo (3.100 espectadores).

SEVILLA. El Blancos de Rueda de Valladolid desperdició ayer en Sevilla la ocasión de disputar la fase por el título al caer por un contundente 98-75 frente a un Cajasol que no se jugaba nada y que tuvo en el estadounidense Paul Davis (23 puntos, 6 rebotes) a su mejor jugador.

La salida de los hombres exteriores del Cajasol fue fulgurante, con cinco puntos casi consecutivos del base Satoransky y un triple de Katelynas que marcó las primeras diferencias serias (21-12, m.8), aunque el protagonista del primer periodo fue Kirksay, que anotó siete puntos en estos diez minutos.

En el segundo parcial, ante la pasividad de la defensa vallisoletana, el pívot Paul Davis se adueñó de las zonas y tomó el relevó anotador con cuatro canastas consecutivas para seguir ensanchando unas diferencias que superaron los veinte puntos (50-29, m.19) antes del descanso.

El Blancos de Rueda logró acercarse hasta los once puntos (62-51, m.28) de desventaja gracias al buen hacer de Slaughter e Isaac López, y también debido al atasco en ataque del Cajasol, que no supo leer la zona ordenada por el entrenador visitante, Porfirio Fisac. Sin embargo, este amago de remontada fue el preludio de la defunción de los castellanos, ya que el Cajasol volvió a estirar el marcador con un Paul Davis imparable al que se sumaba en esta fase final del encuentro el buen hacer de Urtasun.

Con este resultado, el conjunto sevillano termina la temporada empatado con el CAI Zaragoza y el Estudiantes a dieciséis triunfos, compartiendo las posiciones entre la décima y la duodécima, mientras que el Blancos de Rueda firma una meritoria novena plaza y se queda con la miel en los labios.