pamplona. El Itxako Reyno de Navarra venció ayer 25-24 al Larvik noruego en el partido de vuelta de la final de la Liga de Campeones femenina, pero no pudo remontar el 23-21 de la ida, por lo que el conjunto nórdico se proclamó en Pamplona campeón de Europa.

El título continental para las de Ambros Martín pasaba por remontar los dos goles de desventaja cosechados en la cancha del conjunto escandinavo. Tres goles de diferencia les separaban del ansiado cetro. El pabellón de Anaitasuna de Pamplona decidía, aunque finalmente no pudo hacerse realidad su sueño, entre ellos el de la amurrioarra Patri Pinedo.

Empezaron muy tensas las jugadoras locales, que en el minuto 5 caían por 1-3. Tampoco pudieron aprovechar que las noruegas se quedasen en inferioridad minutos después, la intensidad ofensiva del Larvik le hacía escaparse con cinco goles de ventaja. Las de Estella se estrellaron una y otra vez con la defensa nórdica, y a mitad del primer período ya necesitaban siete tantos para alzar el trofeo.

Ambros Martín requirió la concentración de sus pupilas -demasiado nerviosas en los primeros minutos- y ordenó además una defensa individual a la central Larsen, la referencia ofensiva de las noruegas, pero la estrategia no dio resultado. Fue al filo del descanso cuando el Itxako empezó a meterse en el partido. El agarrotamiento inicial desapareció y las navarras levantaron al pabellón cuando consiguieron ponerse a un sólo tanto de sus rivales (10-11), resultado con el que llegaban al intermedio.

En la reanudación lo intentaron las locales, pero el Larvik volvió a irse en el marcador gracias a varios contraataques bien finalizados. Durante toda la segunda parte, las noruegas fueron manejando una ventaja de entre dos y tres tantos, una distancia que el Itxako consiguió reducir a uno a falta de cinco minutos para la conclusión. Ni la descalificación de Barnó frenó el arreón del cuadro navarro, que apuró sus opciones hasta el final. A un minuto del epílogo logró ponerse por delante por primera vez en el partido, pero el esfuerzo resultó en balde.