Pablo Prigioni quiso explicar ayer lo sucedido en la cancha del Baloncesto Fuenlabrada, cuando tras recibir una técnica echó agua a un grupo de seguidores que se encontraba tras el banquillo. "Llevo doce años aquí y ha sido una sola vez. Tengo temperamento, aprieto al árbitro, pero no reacciono así porque sí. Las cosas las hago por algo. En todos los campos te insultan, lo ves hasta normal, pero no aguanto insultos racistas, contra mi familia o mi país", explicó el jugador argentino.