san sebastián. Todavía con los ensordecedores ecos del primer asalto de las semifinales de Champions ocultando cualquier otro asunto, incluidos los peores datos de desempleo de la historia, Barça y Real Madrid retoman esta tarde su particular guerra por todos los títulos en juego, aunque esta vez lo harán con un puñado de kilómetros de por medio. Los catalanes están a un paso de certificar la conquista de su primer trofeo de la temporada. Con ocho puntos de renta -más la diferencia de goles- y cinco partidos por delante, sólo un milagro puede apartar al combinado culé de su tercer título doméstico consecutivo, a pesar de que José Mourinho, fiel a su discurso victimista y desdeñoso, asegurara ayer que el Madrid mientras tenga vida, mantendrá la esperanza.
Guardiola, más fino pero igual de malintencionado, recordó ayer en sala de prensa que el eterno rival es el único que hasta el momento ha podido celebrar algo. "Nosotros no hemos conseguido nada aún", aseguró el técnico catalán, que tirará del escaso fondo de armario de que dispone para encarar el duelo que esta tarde (20.00 horas) debe disputar en Anoeta ante una Real Sociedad más que necesitada.
Los donostiarras se encuentran a sólo tres puntos de los puestos de descenso. Y además tienen un calendario bastante espinoso: al margen del Barça, el cuadro txuriurdin debe enfrentarse a Valencia y Sevilla en estas últimas jornadas, por lo que sumar se antoja crucial para que el equipo dirigido por el uruguayo Martín Lasarte se ahorre angustias postreras. Joseba Llorente y De la Bella aparecen como las únicas bajas de una Real que enfrente, aunque no es consuelo, tendrá a un plantel blaugrana plagado de suplentes.
La batalla campal del miércoles en el Bernabéu se cobró varias víctimas. No son pocos, de hecho, los jugadores del Barça que acabaron con magulladuras, por lo que Guardiola, en vista de un nuevo duelo de gran intensidad para el segundo asalto, ha preferido reservar a los más afectados. Así las cosas, Carles Puyol y Andrés Iniesta, que arrastran problemas físicos, se quedarán en Barcelona, mientras que parece que Xavi, Messi e incluso Víctor Valdés contemplarán el inicio del encuentro desde el banquillo.
Los beneficiados de esta tesitura serán, una vez más, los canteranos. Al margen de Pinto, sancionado para la Champions, jugadores como Martín Montoya, Fontás o Thiago pueden entrar en una alineación en la que entrarán habituales suplentes como Milito y Affelay. Con estos mimbres y la relativa relajación que concede la amplia ventaja con la que navega en la clasificación, el Barça tratará hoy de dejar prácticamente sentenciado el título.
sin cristiano ni xabi Dos horas antes, a las 18.00, el Madrid disputará su duelo ante otro equipo de la zona baja de la tabla. El Zaragoza, con el agua al cuello aunque fuera por un punto de las plazas de descenso, se presenta en el Bernabéu como la víctima propiciatoria para que el equipo alternativo del cuadro merengue, el que goleó sin piedad al Valencia, mantenga una semana más las escasas opciones ligueras.
José Mourinho, aunque da por perdida la eliminatoria continental, reservará a gran parte de sus figuras para el choque del martes. De hecho, cuatro de los futbolistas que fueron titulares el miércoles ante el Barça, Xabi Alonso, Lass -ambos "porque están muertos"-, Cristiano Ronaldo y Albiol se quedaron ayer fuera de la convocatoria.
"Lass y Xabi Alonso están muertos. Jugaron solos en el centro del campo demasiado tiempo 11 contra 10 y están muy cansados", volvió a protestar Mou, que volverá a contar con futbolistas como Benzemá, Higuaín, Kaká y Adebayor para tratar de obtener la victoria ante un Zaragoza con la necesidad de sumar para no caer de nuevo al pozo.