el ascensor
Se le podrá discutir alguna tarjeta de más o de menos, pero no que bordó el arbitraje de una final en la que ningún jugador le ayudó y en la que sabía que era inevitable que los perdedores cargaran las tintas contra él. Undiano Mallenco no sólo demostró su honradez a prueba de toda presión sino su mano izquierda para templar tanto ánimo exaltado.
Mientras el hincha madridista medio está feliz con la Copa y con ver a su equipo resucitado, pero es consciente de que el Barça sigue siendo mucho Barça, la prensa madridista se empeña en mantener su tono faltón, fanfarrón y prepotente. No sabe perder, no sabe ganar y sigue empeñada en convertir al Real Madrid en un equipo odiado en todo el mundo.
Undiano Mallenco
La prensa madridista